Este viernes la asociación gremial de Clínicas de Chile emitió un comunicado en la que explica las demoras en la vacunación de personas en los centros médicos frente al brote de fiebre amarilla en Brasil y la alta demanda de turistas por conseguir esta vacuna.
En el texto, según cita 24 horas, las vacunas se importan desde los centros de inoculación y que el uso de cada una "debe ser autorizado por el Instituto de Salud Pública (ISP), generando demoras en su suministro".
Clínicas de Chile, que reúne a 41 recintos privados en el país aseguró, por su lado, en el mismo comunicado que "la demanda por parte de los chilenos que viajan a Brasil ha sido constantemente elevada y mayor a la disponibilidad". Y que por ello han hecho esfuerzos para "abastecerse de las dosis existentes de vacunas y distribuirlas de la forma más eficientes y expeditas a sus pacientes".
Frente a esto la ministra de Salud, Carmen Castillo respondió que "el ISP está absolutamente en la postura de acelerar el trámite para liberar las vacunas cuando llegan a nuestro país, por lo que no existiría este enlentecimiento por parte del instituto".
Por consiguiente la ministra aseguró que como ministerio "tenemos que velar a través del ISP que la calidad de las vacunas que lleguen al sector privado estén disponibles y adecuadamente con todo lo que significa el registro de calidad".