Un estudio realizado por el Ministerio de Vivienda en materia de género determinó que más del 60% de las personas damnificadas y que toman un rol activo como jefe de hogar, encargándose además del contacto con las autoridades durante el proceso de reconstrucción de sus viviendas son mujeres.
El informe tuvo como objetivo identificar las inequidades, brechas y barreras en las últimas catástrofes desde 2014 a 2017 y en los consiguientes procesos de reconstrucción desarrollados por el MINVU, al ser analizados bajo el enfoque de género.
La tendencia, refuerza lo que afirman diversos estudios principalmente del MinMujeryEG respecto a que las mujeres se encuentran o sienten más vulnerabilidad y propensas a ser afectadas en una situación de emergencia o catástrofe exclusivamente por ser mujeres. Al respecto, la encargada Nacional de Reconstrucción del Minvu, Bernardita Paúl, explica cómo la mujer tras vivir esta etapa se empodera como dirigente social. "No hay mal que por bien no venga y las mujeres al vivir un proceso de desastre como los del objeto de estudio, han mostrado una mayor resiliencia al tomar un rol protagónico donde se pueda sentir más segura llevando a cabo un proceso de reconstrucción de su hogar exigiendo mejores características que las que tenía para justamente sentirse a futuro más segura y ese es el rol que nos pide el ministro Cristián Monckeberg", destacó.
Sobre los tipos de tenencia de vivienda, se destaca que las mujeres son predominantes en ser propietarias con un 62% y arrendatarias con un 61%. Considerando que la mayor parte de los propietarios que vieron afectadas sus viviendas son mujeres, podríamos inferir que el acceso a los bienes por parte de las mujeres tendría condiciones de mayor precariedad, viéndose afectadas las viviendas por las distintas catástrofes.
En cuanto a la materialidad de la vivienda al ser analizada con la variable sexo, se evidencia una correlación entre ambos respecto a los materiales usados para la construcción de la vivienda, sólo hay diferencias respecto de la madera, la cual es utilizada más por hombres en un 21% frente a 16% de la mujer y en el bloque concreto siendo más utilizada por mujeres con un 37% frente a un 36% de los hombres. Lo anterior, puede relacionarse ya que en el sur del país en las regiones de O´Higgins, Maule y Biobío hubo mayor porcentaje de hombres afectados por la catástrofe y la madera es uno de los materiales principales de construcción de estas zonas. En cuanto al bloque concreto, es más utilizado en las zonas del norte del país y en el consciente colectivo se entiende como más seguridad para la vivienda que sea de ese material.
Tras estas cifras, desde el Minvu aseguran que no hay preferencia a la hora de asignar un subsidio porque tras un desastre se debe atender a todo damnificado en un proceso de reconstrucción, aspecto que destaca Paúl. "No se evidencian brechas entre hombres y mujeres en cuanto al acceso a los subsidios, aun cuando es claro que hay más mujeres afectadas por las catástrofes. Respecto a la reducción de riesgo de desastres, es un desafío incorporar el enfoque de género en las diferentes fases favoreciendo la identificación de necesidades diferenciales por sexo, ya que si bien son más mujeres las que participan en el ámbito comunitario, ellas son voceras de las necesidades del grupo familiar, invisibilizándose las propias", sentenció.