La literatura inclusiva vio nacer una nueva obra durante este 2019. Se trata de la novela Mirada en distorsión, el primer libro publicado por el escritor David Bravo. El argumento tiene como protagonista a Fernando, un adolescente de 17 años que decide revelar su homosexualidad confiando en una respuesta favorable de su familia, la que lo termina rechazando (en especial, su padre). Y a partir de este hecho, se desencadenan episodios que contraponen valores como la tolerancia, el respeto y la realización personal versus el repudio originado únicamente por la identidad de género del joven.
El autor habla con #VíaInclusiva: "La historia es una mezcla de experiencias tanto mías como de otros. A los 15 tenía miedo de aceptarme, no sabía la reacción de mi entorno y yo solo quería entender y comprender lo que me pasaba. Entonces pregunté a amigos, investigué y terminé por amarme. Estás experiencias son las que se plasmaron en el libro aunque mi abuela paterna, cuando leyó el libro, se enojó con mi papá por haberme tratado mal... y ahí debí explicarle que no era del todo autobiográfico".
La búsqueda de una editorial fue un tema para el autor: "Al principio sentí temor al respecto", dice. "De hecho, este manuscrito lo mande a una casa editorial reconocida y su respuesta fue de elogios pero que no tenían una línea editorial donde mi libro calzara por lo que temí me ocurriera lo mismo". Sin embargo, sí hubo una casa editora que apoyó el trabajo del joven novelista: "Al final confié en mi trabajo y la editorial Trayecto Comunicaciones también. Nunca fue un problema el contenido y me hicieron sentir genial en todo el proceso".
El joven Matías es el mejor amigo de Fernando y su rol es decisivo en la novela pues decidió apoyarlo incondicionalmente tras el rechazo de la familia. Y también aprendió que lo que antes era apenas una broma de índole sexual también pudo haber provocado daño.
"En mi experiencia, siento que las generaciones actuales son más comprensivas con el tema siempre y cuando te toque de cerca el tema, con un amigo, familiar, conocido o personaje de una teleserie. A Matías le pasa, tiene un cuestionamiento a sus ideas y toma decisiones en pro de lo que su corazón dicta. Yo perdí amigos y gané otros al aceptarme, esto se volvió un filtro para tener a mi lado a personas que me quieran de verdad, porque uno es más que una orientación sexual, partido político o una religión", afirma David Bravo.
"Al final, cuando nos enfrentamos a un tema controversial o de posturas opuestas, lo importante es no olvidar que quien tenemos frente a nosotros es persona y, tal vez, con una historia o afecto en común", ahonda el autor.
¿Es entonces el personaje de Matías homologable a la sociedad? ¿O en realidad la sociedad está compuesta por "familias de Fernando"? El escritor reflexiona: "Va a sonar algo cliché lo que pienso al respecto, pero 'si el amor por el otro es la base' es claramente homologable ¿Qué malo hace alguien que queremos o estimamos quiera a alguien de su mismo sexo? Ni siquiera soy yo, es el otro. Que tendrá la condena eterna, ¿y nosotros nos encargaremos de condenarlo desde ahora? No somos nadie para juzgar a otro, pero somos todo para entregar cariño y apoyo. Cuando mi madre supo que yo era gay, lloró. Pero no lo hizo por decepción, fueron lágrimas por lo que la sociedad podría hacer con su hijo".
Ahora, ¿para quién está dirigida la novela? "Cuando estaba escribiendo el libro, siempre pensé en alguien que tiene un conocido, amigo, vecino, compañero de trabajo, hijo, tío o quien sea, que es homosexual más que al propio homosexual. El libro no busca que para la próxima marcha compres la bandera de arcoíris, te hagas voluntario o vayas a ver los divertidos show de transformismo nacional. Yo quiero que al leerlo se den cuenta que esa persona a la que puedes ofender por hacerte el gracioso, por tener un tema de conversación interesante en la hora de almuerzo o que no sigue tu línea de pensamientos tiene sentimientos y su orientación es solo el 10% de su ser. Hay cosas que no puedes decir, duelen y se acumulan. Quiero que ese joven que está asustado tenga al menos una persona que lo acompañe".
"Me encantaría ser lectura de colegio porque realmente siento que es necesario para mejorar la sociedad más allá del simple tema homosexual", se ilusiona.
Literatura inclusiva
Mirada en Distorsión se suma a títulos inclusivos lanzados durante 2019 como Martín, el gato periodista y la extraña plaga, El lagarto Vicente, ¿Qué hay de malo en ser diferente? o Cuando grande quiero ser.
"Me encantan este tipo de iniciativas. Es súper importante visibilizar a la variedad de personas que existen, las cuales lamentablemente solo nos damos cuenta de sus problemas o existencia cuando nos toca de cerca", expone Bravo.
"Siento que debemos darle la posibilidad a las personas a que conozcan otras realidades, lo cual algunos confunden con imposición y no es así, es inclusión", acota.
"En mi tiempo libre -dice David Bravo- oriento a organizaciones deportivas a postular proyectos del gobierno y me gusta que muchos de estos tengan en sus bases valoración por inclusión. Son pequeños actos los que van aportando un granito de arena, en mi caso, son los textos".