"Narcisismo" de Rafael Garay evitó su libertad
Jueza aseguró que personalidad del ingeniero no le genera confianza para dejarlo libre.
Por cuarta vez Rafael Garay intentó salir de la prisión preventiva en que se mantiene desde marzo de 2017, para esperar en arresto domiciliario el inicio del juicio oral en su contra, en el que la fiscalía pide seis años de cárcel en su contra, acusado de estafas reiteradas.
Este lunes el ingeniero comercial declaró judicialmente ante el Tercer Juzgado de Garantía de Santiago, para demostrar "su colaboración en la causa", explicó su abogado, Daniel Celis.
En su relato, Garay explicó a la magistrada María Fernanda Sierra cómo se malgastó el dinero de sus 29 víctimas, se declaró un alcohólico, reiteró el efecto negativo que tuvo haber postulado en la senatorial del 2013 por la circunscripción Biobío Costa y aseguró que la pericia contable de la PDI se quedó corta, porque "este peritaje subestima el monto". Según el ingeniero comercial, la estafa supera en $ 111 millones el monto acreditado por la policía civil, que alcanza los $ 1.240 millones.
Los argumentos que entregó Garay fueron rechazados por la magistrada, quien destacó la personalidad narcisista del ingeniero comercial para negar el cambio de la prisión preventiva por arresto domiciliario total. Esto, pues a su juicio no hubo colaboración, tampoco disposición a resarcir el daño causado. "Uno de los grandes temas que tenemos con usted es su grado narcisista. No me convence para nada que él no sea un peligro para la seguridad de la sociedad", dijo la jueza, quien rechazó el arresto domiciliario ad portas de la preparación de juicio oral, que inicia el 25 de junio.
El caso no quedó ahí y abrió un debate jurídico. El fiscal de la Fiscalía Centro Norte, José Morales, dijo que Garay "sigue siendo un peligro para la sociedad y sigue habiendo objetivamente un peligro de fuga". Esto, porque el ingeniero tuvo que ser extraditado desde Rumania para comparecer ante los tribunales chilenos.
En la misma línea opinó el defensor privado Sergio Rodríguez, quien cree "firmemente que la prisión preventiva es la última opción", pero "en este caso, independiente del tiempo que haya demorado, la verdad es que toda la conducta de fuga que él tuvo está dentro de los casos que la ley señala".
Contrario opina el penalista Leonardo Bataglia, para quien tratándose de delitos económicos "una prisión preventiva así de extensa no se justifica, más todavía cuando hay posibilidades de que la condena final sea una condena con beneficios", señaló.
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