"Responsablemente afirmo que importantes cantidades de mercadería saqueada pasaron a incrementar bodegas de los narcos para fortalecer su 'beneficencia' en las poblaciones y así seguir desplazando al Estado. Urge detener la criminalización del movimiento social", tuiteó el sacerdote jesuita Pablo Walker el martes pasado.
Al día siguiente de su publicación, la Fiscalía Sur y funcionarios de la Brigada Antinarcóticos Metropolitana de la PDI allanaron 15 domicilios en la población Santa Adriana, en Lo Espejo. Ahí detuvieron a siete mujeres y cinco hombres, pertenecientes a una banda de narcotraficantes llamada "Los Chaguas", quienes tenían en su poder droga, armas de fuego, 47 cartuchos de distinto calibre, además de cajas de leche, cerveza, pañales, entre otros productos presuntamente saqueados. También se incautaron cinco vehículos. El caso lo investigaban desde principios de este año con el fiscal Antinarcóticos Sur Yans Escobar.
"No estaban siendo investigados como autores de saqueo. Es un clan familiar dedicado al narcotráfico y delitos violentos y que, además, tiene antecedentes por homicidio y por porte ilegal de arma de fuego", explicó Pamela Bustamante, jefa de robos de la Fiscalía Sur.
Mañana viernes serán formalizados ante el 10° Juzgado de Garantía de Santiago 10 de los integrantes del clan, por el delito de asociación ilícita para el narcotráfico. De acuerdo a antecedentes del caso, el líder grupo está en prisión preventiva desde agosto pasado por homicidio.
Mutación del saqueador
Según la persecutora, "ha habido una mutación en el cambio de imputado que comete saqueo".
Bustamante detalló que a raíz de la información proporcionada por la policía, fundamentalmente de cámaras de seguridad de lugares afectados en la zona sur de Santiago, detectaron patentes de vehículos que pudieron asociar a imputados o domicilios.
"Con esa información pedimos órdenes de entrada y registro e incautación para encontrar especies provenientes de robos de sectores cercanos que hayan sido afectados e incluso quemados con posterioridad", indicó.
Dijo que "en la primera parte de las investigaciones desde que empezó el estallido social, los perfiles de esos imputados correspondían más a personas sin antecedentes que utilizaban sus vehículos particulares, pero no teníamos un hilo como de asociación. Con el transcurso de las semanas, empezamos a detectar que con este mismo patrón de investigación, los vehículos se estaban asociando a imputados que tenían condenas por tráfico de drogas y, por lo tanto, ya nos cambia el perfil del imputado a uno de narcotraficante".
En ese contexto, señaló la fiscal, se dificultó el ingreso a poblaciones peligrosas e "implicó para nosotros y las policías aumentar las medidas de seguridad".
De esos procedimientos, dijo, "incautaron mercadería asociada a saqueos y, además, en algunos casos droga" de pequeños traficantes dedicados a la venta territorial de sustancias ilícitas. Luego, detalló, "en las ultimas semanas eso ha ido profesionalizándose más, porque los narcos -por la información que nos ha llegado por parte de las policías- ya se metieron directamente en el tema del saqueo".
La fiscal aseguró que también están investigando para qué las bandas de narcotraficantes quieren realizar saqueos. Al respecto, dijo que hay dos hipótesis que están manejando. Una es "si buscan lucrarse para la venta" y la otra "para la entrega en las poblaciones como una especie de caridad y de lealtad a sus clanes".
En total, desde que partieron las manifestaciones el 18 de octubre, la Fiscalía Sur ha detenido a 1.000 personas por saqueos. De ellas, 140 están en prisión preventiva.