“He esperado mucho por este momento, a pesar de la presión, a pesar del estrés, a pesar de que son acusaciones horribles por algo que no hice. Pasé días enteros leyendo el testimonio de todos. Llegó el momento, estoy listo para responder las preguntas y sobre todo, ya no tengo miedo de responderlas”.
Así partió la declaración de Nicolás Zepeda en Francia, en el décimo día del juicio de apelación en su contra por la desaparición y muerte de su expareja, la joven japonesa Narumi Kurosaki.
“Si hubiera tenido algo que temer y si no hubiera confiado en la justicia francesa, habría escapado. Estuve años en libertad”, partió diciendo en una extensa declaración de seis horas ante el tribunal de Vesoul. Luego, el acusado, quien fue condenado en primera instancia a 28 años de cárcel, respondió varias preguntas en el estrado. Entre ellas, por qué terminó su relación con Narumi y si se consideraba una persona celosa.
Sobre la ruptura amorosa, dijo: “Ocurrió en diferentes fases. Teníamos cierta distancia geográfica. Ojalá hubiera ido mejor. No hubiera querido que tuviéramos discusiones a veces estúpidas, adolescentes, nada productivas pero al mismo tiempo, así es un poco la vida, va y viene”. Luego, agregó que los dos eran personas celosas.
Luego, el juez le pregunta por qué le “exigió” a la japonesa que borrara a sus amigos hombres de su cuenta de Facebook. “Pensé que ella se iba a negar. Y, sin embargo, dudaba. Ella me dijo ¿puedo borrar uno y no el otro? No pensé que lo haría... Eso es tan estúpido”, se lamentó.
Posteriormente, se le consultó por un video enseñado la semana pasada en el tribunal, donde Zepeda entrega una especie de “ultimátum” de dos semanas a Narumi. “Vas a hacer la mejor niña a partir de ahora. No te vas a enojar nunca más, serás buena. No respetaste mis condiciones, no vas nunca más a mentir ni ocultarme cosas”, dice en el video obtenido por la policía y que permanecía como borrado. De no cumplir con sus “exigencias”, tendría que “atenerse a las consecuencias”.
Sobre el registro audiovisual, Zepeda respondió: “De alguna manera estaba hablando solo. Como en un diario. Es un espejo. Para decirme a mí mismo ¡qué eres estúpido! ¡Mira dónde estás!”. El video fue grabado el 6 de septiembre de 2016. Zepeda y Narumi se reunieron el 4 de diciembre en Francia. Se estima que la desaparición de la mujer se produjo entre el 4 y 5 de diciembre.
Su viaje a Francia para ver a Narumi
Otro punto consultado fue sobre su reconocimiento de mentir en el primer juicio, en específico, sobre la motivación de su viaje a Francia, a fines de 2016. En una primera instancia señaló haber viajado por motivos académicos, pero en este juicio aseguró haber ido para ver a Narumi. “Sí, me costó mucho admitir que quería volver a ver a Narumi”, dijo. Y agregó: “Sé que es estúpido, pero se utilizó para hacer una acusación que era falsa. Me dije a mí mismo que si admitía eso, lo usarían en mi contra”.
Luego, Zepeda comenzó a entregar una serie de antecedentes de los momentos previos a reunirse con Narumi. Tras de aterrizar en Suiza, el 30 de noviembre de 2016, se dirigió a Francia. “Tomé la carretera de Besançon y tardé más de lo previsto. Era casi medianoche cuando llegué”. ¿Por qué no espero hasta el día siguiente? “Es simplemente que no había planeado nada. Era tarde, estaba cansado. Y cuando me despierto al día siguiente, veo a Narumi, casi frente a mí, en la parada del autobús. Ni siquiera sabía que estaba en Besançon”.
Luego se dirigió a Dijon para cambiar su auto alquilado. Ahí el tribunal le preguntó por qué compró un bidón, fósforos y detergente antes de ir a ver a Narumi. Zepeda aseguró que el bidón era para no quedar sin bencina en el trayecto. Su respuesta sobre los fósforos fue menos clara. “No vi ningún daño, me dije que de todos modos sería útil. Voy a la iglesia así que compro esto para las velas. No fumo así que... En realidad, no pienso en mí cuando compro esto. Me digo que podría servir para algo cuando regrese a Chile”. Sobre el detergente, afirmó, fue para lavar el auto.
Así las cosas, el chileno admitió haber llamado a la puerta de Narumi el 2 de diciembre de 2016 y luego haber entrado en la cocina. Acá reconoció otra mentira: una testigo identificada como Rachel afirmó haberlo visto merodeando la residencia estudiantil, algo que Zepeda había negado. “Solo años después lo recordé. En primera instancia mentí, porque me sentía acorralado”. Eso sí, negó ser la persona que fue vista merodeando el campus universitario y que quedó registrada en las cámaras de seguridad.
Zepeda dijo que se reunió con Narumi el 4 de diciembre. Era domingo y fueron hasta un restaurante en un hotel en Ornans. “No esperaba nada. Sin embargo, las cosas salieron bien. Ella se alegró de verme, está funcionando muy bien”. También entregó detalles de su relación con ella, como por ejemplo que a veces ella lo llamaba Narulas y él a ella Nicomi.
Según dijo, fue ella quien lo invitó a pasar la noche a su pieza, en la residencia. “¿Qué pasó cuando entraste a la habitación 106?”, preguntó el juez. “Tuvimos una discusión sobre lo que íbamos a hacer a continuación y nos acurrucamos en la cama. Tengo la sensación de que esta habitación se está volviendo un poco como nuestra casa, como en Japón”, dijo el acusado, quien afirmó que tuvieron relaciones sexuales. Luego, según su relato, durmieron hasta las 7.30 del otro día y se quedaron todo el 5 de diciembre en la habitación. Zepeda terminó abandonando ese lugar el 6 de ese mes, según sus palabras. Dijo que ese día Narumi se molestó por su partida.
De acuerdo a lo que se ha establecido en el caso, el 5 de diciembre Arthur Del Piccolo, quien fuera pareja de Narumi al momento de su desaparición, fue a tocar la puerta de la habitación 106, donde residía la japonesa. Según Zepeda, ambos estaban juntos al interior y ella le pidió guardar silencio. “Narumi me hizo la señal de silencio y me dijo que me explicaría más tarde”.
Sin embargo, el juez le hace ver una contradicción en sus dichos. En su primera declaración a Interpol dijo que se había ido el 5 de diciembre de esa habitación. “No pensé que me iban a culpar por perderme cosas... Estaba tratando de sacar a relucir las cosas, pero lo siento si esto es incorrecto. En Interpol nunca imaginé que me acusarían de eso. No consideré imprescindible ser preciso”.
El juez interrogó a Zepeda sobre el acto sexual. Le consultó si utilizó preservativos. El acusado dijo que sí. Entonces, el juez le señaló que no se encontraron preservativos en la pieza, luego de las pericias policiales. Zepeda dijo que solía botarlos en el inodoro. El juez fue más allá y le señaló que tampoco se encontraron envoltorios. “Los podría haber tirado a la basura”, respondió. De acuerdo a L’Est Républicain, no se encontró nada.