Hasta el Salón de Honor del Congreso Nacional, llegó la mañana de este martes el Presidente Gabriel Boric para participar de la cuenta pública del Parlamento, encabezada por el timonel del Senado, Juan Antonio Coloma y el expresidente de la Cámara, Vlado Mirosevic.
Esta es la novena rendición de cuenta del organismo y comprende el periodo entre el 1 de julio de 2022 y el 30 de junio de 2023, tiempo donde se han despachado y tramitado diversas iniciativas.
A la ceremonia llegaron las principales autoridades del país, como ministros, el presidente de la Corte Suprema, el Contralor General, el Fiscal Nacional, el presidente del Banco Central, el titular del Servel, representantes del Cuerpo Diplomático, de las policías y organismos internacionales.
Con la interpretación del himno nacional, a las 11.06 se dio inicio a la ceremonia. El primero en tomar la palabra fue el expresidente de la Cámara de Diputados, quien agradeció haber presidido el organismo -hasta el 30 de junio, día en que renunció a su cargo tras haberse cumplido el período acordado para ejercer el puesto- y destacó las modificaciones al reglamento de la Cámara.
“Ayer cumplimos una gran promesa, aprobamos de forma transversal el nuevo reglamento de convivencia de la Cámara de Diputados de Chile, quien no esté a la altura de la convivencia democrática será sancionado”, señaló el parlamentario.
Asimismo, destacó las leyes aprobadas en materia de seguridad. “En este periodo legislativo, hemos aprobado en un récord histórico la mayor cantidad de leyes anti delincuencia, como nunca antes. Y hemos actualizado el Estado chileno para combatir las bandas y el narco”, resaltó.
En al instancia, Mirosevic abordó también la contingencia, particularmente se refirió a la “probidad” y remarcó la necesidad de “elevar los estándares” en esa materia.
Todo ello, en medio de los líos de platas entre el Ministerio de Vivienda y la fundación Democracia Viva, donde se firmaron convenios por más de $400 millones entre ambas entidades encabezadas, en ese entonces, por militantes de Revolución Democrática y cercanos a la diputada del mismo partido, Catalina Pérez.
Bajo ese contexto, Mirosevic señaló que “hay que reemplazar la cultura del más vivo, del chileno que se aprovecha de la oportunidad para sacar alguna ventaja de lo que hay, y mucho. Reemplacemos esa cultura por una ética del bien común”. “La política debe ser un reflejo de eso, las ambiciones personales por el poder no justifican ningún atajo. Estamos aquí para servir a Chile y no para servirnos del Estado”, dijo.
“Necesitamos elevar los estándares de probidad, la ciudadanía está vigilante de nuestro actuar, y está bien que así sea, porque como representantes electos tenemos la responsabilidad de actuar en beneficio del interés público, dejando de lado cualquier interés personal, por eso debemos rechazar cualquier forma de favoritismo, de nepotismo o del tráfico de influencia, porque esos actos violentan el Chile que lucha día a día para pagar la olla”, aseveró.
En esa línea, enfatizó en que “es esencial que la próxima mesa (directiva de la Cámara) habilite una discusión en torno a la agenda de probidad, porque la corrupción destruye nuestras instituciones, destruye la democracia y las confianzas”.
Asimismo, “celebró” al Presidente Boric, por la creación de la comisión sobre probidad e integridad, integrada por un equipo transversal de expertos. A juicio de Mirosevic, la instancia permitirá “terminar con la discrecionalidad y a su vez para que seamos rigurosos con que cada fundación que trabaje con el Estado tenga la experiencia, sea idónea y compita para hacerlo, para que no se vuelvan a repetir los casos como el de la fundación Democracia Viva”.
“Parte importante del futuro se juega por la calidad de nuestros liderazgos, si nosotros no somos capaces de ponernos de acuerdo y elevar el estándar, el país no anda, y si nosotros no somos capaces con el respeto cívico, el país mucho menos. Antepongamos el amor a Chile como el caudal creador y generador de acuerdo”, señaló el diputado para finalizar el tema.