A 72 horas de que se cumpla un año desde que recibió al Papa Francisco en la cárcel de mujeres, Nelly León, capellana del Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín, alista un encuentro de oración para recordar el mensaje y discurso que el pontífice realizó en ese lugar.
¿Cómo surgió la frase "en Chile se encarcela la pobreza"?
Llevo 19 años trabajando en cárceles y la realidad me ha mostrado que es así. No quiero decir que todos los pobres son delincuentes, pero miramos las cárceles y vemos que quienes están dentro son los cordones de pobreza de Santiago y las poblaciones en regiones.
El Papa les habló del perdón y la reinserción. ¿Esto se tradujo en un cambio concreto para las internas?
Si bien no se ha transformado en ninguna política para que las mujeres puedan salir antes (de la cárcel) ni nada de eso, sí hay mayor sensibilidad frente a la sociedad civil y el Estado. Creo que las personas vieron que en la cárcel había mujeres igual que ellas.
¿Cómo definiría este año después de la visita y las repercusiones que esta ha tenido?
Para mí como hermana Nelly, capellana de esta casa, este ha sido un año espectacular. Me llegó más ayuda, hubo colegios que se comprometieron, pude celebrar la Navidad en todos los patios y que vinieran los hijos de las internas a visitarlas.
¿Y para la Iglesia?
A pesar de la crisis, creo que es un año bueno, porque por fin empezó a salir la verdad y esta tiene que traer sus consecuencias. Los delitos tienen que ser destapados y pagados. Si bien ha sido doloroso, soy parte de esta Iglesia, y también me tengo que hacer cargo en lo que me toca y en las responsabilidades que muchos cometieron.
¿Qué necesita la Iglesia Católica para superar la crisis?
Primero, que salga toda la verdad. Segundo, que tengamos una Iglesia más horizontal y que haya una mayor participación de los jóvenes y las mujeres. Me parece interesante volver a las comunidades de base, evitar el clericalismo, porque nosotros les hemos rendido pleitesía a los sacerdotes y a los obispos por su ministerio, pero no hemos sido hermanos o hermanas para ayudarlos en su crecimiento. Hay un gran desafío.