Nicolás Cataldo y resultados Simce: “En enseñanza media nos está costando más revertir la brecha pospandemia que en enseñanza básica”

Durante la última jornada, se dieron a conocer los resultados del Simce 2024. En general, los resultados muestran avances importantes, especialmente en los niveles de educación básica. En los cuartos básicos, las autoridades sacaron cuentas alegres: en comparación con la medición de 2023, registraron un aumento en sus puntajes. En Lectura, el promedio subió de 272 a 278 puntos, mientras que en Matemáticas pasó de 259 a 264.

Sin embargo, el panorama no fue el mismo para los sextos básicos, que tuvieron un descenso en ambas pruebas. Además, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, destacó otros desafíos, como la brecha de género en cuarto básico, donde a los hombres les fue mucho mejor en Matemáticas que a las mujeres.

En términos generales, ¿cómo interpreta los resultados del Simce?

El Simce demostró la consolidación de un proceso de recuperación pospandemia que comenzamos a percibir el año pasado y que ahora se corrobora en cuarto básico y segundo medio. Es significativo que se acumulen aumentos estadísticamente relevantes, especialmente en cuarto básico, tanto en Matemáticas como en Lenguaje, con incrementos consecutivos que en algunos casos superan los 20 puntos.

Es importante señalar que en el marco de la Mesa de Reactivación, se trazaron metas específicas. Una de ellas era recuperar los niveles de aprendizaje previos a la pandemia hacia el final del gobierno. En el caso de cuarto básico, este objetivo ya se cumplió, e incluso se han alcanzado resultados históricos.

A modo general, considerando todos los cursos, ¿se pueden sacar cuentas positivas?

Por supuesto, porque vemos, insisto, que en algunos casos se han alcanzado puntajes históricos. En segundo lugar, la tendencia general muestra una estabilización del crecimiento. Si bien en algunos niveles y asignaturas la recuperación ha sido más rápida que en otros, en términos generales estamos viendo un proceso de mejora tras los resultados de 2022, los que evidenciaron una baja significativa pospandemia.

Por lo tanto, el balance general es más positivo que negativo, aunque sigue habiendo desafíos que debemos atender. Uno de ellos es la brecha de género en enseñanza básica. En enseñanza media nos está costando más revertir la brecha pospandemia que en enseñanza básica.

Los sextos básicos presentaron una baja respecto a la medición anterior. ¿A qué la atribuye?

Hay varios factores peculiares en el caso de sexto básico que nos llevan a tener una conversación distinta en comparación con cuarto básico y segundo medio. El primero es que, desde 2018 hasta 2024, no hubo medición en sexto básico. Por lo tanto, no tenemos un punto de referencia directo para comparar los resultados actuales. Probablemente, si hubiéramos tenido una evaluación en 2022, habríamos visto una caída significativa, y ahora estaríamos observando una recuperación. Sin embargo, esto es una especulación. Igual, hemos identificado la necesidad de poner un foco especial en este grupo de estudiantes, porque se trata de niños y niñas que cursaron primero, segundo y tercero básico durante la pandemia, es decir, adquirieron sus aprendizajes fundamentales —como leer, escribir o realizar operaciones matemáticas básicas— en un contexto de educación a distancia.

¿Cómo se hará cargo el Estado de los niños afectados en su rendimiento por la pandemia?

Hemos planteado la necesidad de implementar mediciones adicionales que permitan hacer un seguimiento más preciso de estos estudiantes. No necesariamente a través del Simce. También hemos solicitado acciones concretas, y la Subsecretaría de Educación ya está en proceso de planificación. Aún no tenemos definiciones cerradas, ya que los resultados del Simce se conocieron hace solo unos días. Sin embargo, los equipos están trabajando en la planificación de medidas, especialmente en ese grupo de estudiantes cuya trayectoria educativa fue anómala, porque tuvieron su primer contacto con el mundo escolar de manera telemática.

¿Se realizó alguna focalización en ciertos grupos debido a la pandemia, antes de estos resultados?

No. Lo que ocurrió en 2022 fue un esfuerzo por hacer buenos diagnósticos sobre el estado de los estudiantes. Por eso, fortalecimos la aplicación del Simce, que se retomaba tras diversas interrupciones en años anteriores, debido a la pandemia y al estallido social.

También se potenció el uso del Diagnóstico Integral de Aprendizaje, una herramienta desarrollada en la última etapa del gobierno del presidente Piñera, pero que ampliamos y fortalecimos para tener un mejor panorama de la situación de los estudiantes. Además, se comenzaron a implementar acciones de acompañamiento pedagógico para las comunidades educativas, dentro de las estrategias de reactivación. Y en materia de aprendizaje, se reforzaron iniciativas como Leo Primero y Sumo Primero, entre otras.

Hablaba también de brechas de género y grupos socioeconómicos. ¿Cuáles fueron las más significativas en los resultados de la evaluación?

Por un lado, está la brecha de género. Nos preocupa mucho que en Matemática, particularmente en enseñanza básica, la diferencia siga aumentando en favor de los hombres. Creemos que es fundamental detener esa tendencia. Y cuando analizamos las causas de esta brecha, una de ellas con la expectativa y la autopercepción. Es decir, que los estudiantes creen que hay materias más difíciles para las mujeres que para los hombres está afectando directamente los resultados. Ahí el papel de las familias es clave.

Por otro lado, en términos de grupos socioeconómicos, vemos un acortamiento de brechas, lo que es una muy buena noticia. Siento mucha felicidad al ver que consecutivamente, los establecimientos con mayor concentración de estudiantes vulnerables han logrado reducir brechas con los establecimientos de mayores recursos.