Cualquiera pensaría que la niebla es el mejor aliado de los delincuentes, al cubrir sus movimientos y dejar indefensa a su víctima. No obstante, y de la mano con la tecnología, las neblinas artificiales se están convirtiendo en una fórmula para contrarrestar delitos. Estos van desde los asaltos a cajeros a los "portonazos" y las "encerronas" para apoderarse de vehículos.
Es lo que vivió un grupo de ladrones que intentó desvalijar una joyería en el sector de calle 21 de Mayo, en pleno centro de Santiago. Los sujetos llegaron incluso con un camión, dispuestos a llevarse la caja fuerte y las joyas en exhibición. En eso estaban cuando en el momento en que entraron por una ventana, el local se llenó en pocos segundos de una súbita y densa neblina blanca que hizo inútiles sus esfuerzos.
La neblina, que impide la visión más allá de unos 70 cm, puede durar hasta 40 minutos. Ello depende de las corrientes de aire y la ventilación del recinto.
Cañones de niebla
El sistema de "cañones de niebla" que frustró el intento de atraco ocurrido hace dos años hoy se ha extendido más allá de la protección de locales. Así, hay equipos portátiles que pueden transportarse a bordo de un vehículo. Si un ladrón intenta apoderarse del automóvil, el dispositivo se puede activar mediante control remoto. Así, en pocos segundos se llena de humo la cabina. Eso impide al asaltante seguir conduciendo.
Otro de los usos que se ha desarrollado en los últimos años, cuenta Eduardo Inzunza, producto manager de la empresa Protect, es la disuasión de turbas que realizan saqueos durante manifestaciones públicas.
¿Afecta esta niebla al medioambiente? Según Inzunza, el compuesto es inocuo y cuenta con certificaciones internacionales. Tampoco deja residuos. "Es un vapor seco formado con glicol, agua y otros componentes que no causan impacto", asevera.
Marca indeleble
Un avance más reciente no solo confunde a los asaltantes. También los "pinta". El compuesto que se añade a la niebla contiene un líquido que cubre de manchas "invisibles" al autor del robo. Basta con iluminar su rostro o sus ropas con una lámpara UV -como la que se usa para detectar billetes falsos- para que el compuesto brille con un tono verde fosforescente y delate al sospechoso.
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El compuesto mancha la piel y la ropa de un delincuente de manera invisible: una luz UV permite revelarlas. Foto: Archivo[/caption]
El producto, denominado SmartWater, "es usado como método de prueba en otros países" para determinar si una persona participó en un robo, explica.
El líquido, que es casi imposible de lavar se puede rastrear "e incluso el dispositivo puede dejar impregnado en la ropa un código identificador, para no dejar dudas de que el sujeto estuvo en el lugar del delito", agrega.
Térmicas contra hurtos
No es el único desarrollo en este ámbito que se ha extendido en los años recientes. Oro tipo de sistemas, esta vez desarrollados por el holding israelí Mer Group, se basan en el uso de cámaras térmicas que no solo detectan personas sospechosas en la oscuridad: también pueden descubrir si una persona esconde productos robados de un supermercado en sus bolsillos, debido a las diferecias de temperatura entre los artículos sustraídos y el cuerpo de quien las hurtó.
Los sistemas de este tipo serán demostrados en la próxima feria SeguridadExpo 2019 que se efectuará entre el 27 y el 29 de agosto en Espacio Riesco.