Un dibujo. Al lado derecho, el círculo que representa una cabeza, trazos en curvas que serían el pelo, un tronco triangular sin cuello y un rectángulo que pretende ser las piernas. Del lado izquierdo, una figura que podría ser una flor o una niña. Al centro, algo parecido a un corazón.

Este podría ser el bosquejo hecho por cualquier niña de 12 años en alguna ciudad de Chile. Lo podría haber trazado en el colegio o en su casa, como una tarea o un regalo para su mamá. Pero en este caso no es así. Fue dibujado por una niña de 12 años que se encuentra en circunstancias muy diferentes. Ella es una de los 547 menores de edad que viven en situación de calle en el país, y el dibujo fue un regalo para la persona que la encuestó en la Región Metropolitana, en el marco del Conteo Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle 2018.

Hoy está previsto que el Ministro Alfredo Moreno anuncie medidas para abordar este problema.

El conteo

La última vez que se tuvo una cifra en relación con este tema fue en 2011, cuando se estableció que había 785 menores en las calles. Sin embargo, los datos, por la metodología distinta de ambos instrumentos, no son comparables. Esta vez el conteo fue realizado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia junto al Servicio Nacional de Menores (Sename). Previamente, la herramienta fue testeada en focus groups con niños antes de diseñar la encuesta. Esta fue aplicada entre el 28 de noviembre y el 21 de diciembre de 2018. Consistió en un cuestionario de 39 preguntas.

Durante el sondeo se visitaron 931 puntos, en 114 comunas. Específicamente, fueron encuestados menores entre cinco y 17 años, 11 meses y 29 días "que hayan pernoctado al menos una vez en el último año sin la compañía de un adulto responsable en lugares públicos o privados que no tienen las características básicas de una vivienda", se precisa en el estudio.

Sebastián Villarreal, subsecretario de Servicios Sociales, explica que "la motivación fue, por un lado, visibilizar la realidad de los niños y adolescentes en la calle. En segundo lugar, hacer un ejercicio de caracterización para entender cuáles son las razones para que estén en la calle, qué les pasa cuando están en esa situación y, con eso, generar los insumos para establecer, efectivamente, el punto de partida para un programa de diseño y una política para niños y niñas en la calle".

Por su parte, la directora del Sename, Susana Tonda, señala que "nos parece relevante contar con un catastro que nos permite dimensionar la realidad de los niños, niñas y adolescentes en situación de calle. Estas cifras nos permitirán, como servicio, analizar nuestra oferta y revisar y estudiar en profundidad las mejoras que se requieren".

Características

Si bien la mayoría de los casos se concentra en la Región Metropolitana (ver infografía), las tres comunas que poseen más niños, niñas y adolescentes viviendo en esta condición son Talca, Arica y Osorno.

De acuerdo con los resultados, predominan el género masculino y los rangos de edad más próximos a la adolescencia. La edad promedio en que los encuestados durmieron por primera vez en la calle es de 12,7 años. También existe alto consumo de drogas y alcohol.

Rocío Valderrama, coordinadora territorial del conteo, revela que "fue fácil" el acercamiento a los menores. Frente a la encuesta, los niños "estaban interesados en poder visibilizar sus dinámicas y modo de vida. Tenían una necesidad súper profunda de ser escuchados y escuchadas", cuenta. Añade que la palabra que más frecuentemente mencionaron respecto de su situación fue "discriminación".

Otra de las características de estos menores que los diferencia de los adultos en situación de calle es la movilidad. Los encuestadores los encontraban principalmente en intersecciones de calles y no en "rucos" o carpas, como es usual entre los mayores.

El director ejecutivo de la Fundación Don Bosco, Sergio Mercado, recalca que los menores de edad que viven en la calle son "invisibles" para la sociedad, por lo que este conteo viene a saldar esa deuda. "El niño de calle no es como la caricatura, con ropa rota y sucio. Eso ya no existe. Hoy el niño de calle anda muy limpio y no se diferencia de otro de su edad. Está completamente integrado a las redes y tiene Facebook. Tú no observas la diferencia hasta que haces la intervención misma", explica.

Paulo Egenau, director social del Hogar de Cristo, recomienda que para atender a este grupo de población se implementen sistemas especializados en salud mental, ya que han sufrido violencia intrafamiliar, abusos y maltratos. La oferta educativa, agrega, también debe ser especializada. De parte del gobierno, dice, "esperamos una respuesta transversal. No más políticas parciales y desintegradas", insiste.

Gabriel Guzmán, coordinador ejecutivo del Observatorio para la Confianza, advierte que estas cifras "hay que utilizarlas pronto. No sacamos nada si esto no es acompañado de inmediato por políticas públicas que aborden rápido la problemática, que es muy dinámica. Si pasa un tiempo prolongado, esas políticas empiezan a dejar de tener utilidad".

Haz click en la infografía para ampliar.