Los directores de los actuales Liceos Bicentenario valoran la expansión del programa, pero aconsejan que este contemple un apoyo permanente, no como les pasó a ellos, y enfoque bien sus objetivos, porque cambiará su foco de la educación científico humanista a la técnico profesional.

El Liceo Domingo Santa María, de Puerto Montt, es el Bicentenario más grande del país y su director, Pablo Díaz, cuenta que esa categorización se tradujo en una inyección de $ 500 millones iniciales, computadores y una excelente biblioteca. "Pero de ahí en adelante, no significó nada más, aparte de algunas reuniones para focalizar algunas cosas", dice Díaz.

"Nunca fue una política de Estado, fue del momento. Era un programa y tal vez eso hizo que no hubiera más liceos. El gobierno pasado no le dio ninguna importancia a los Liceos Bicentenario, no recuerdo haber sido citado a ninguna reunión. No hubo un desarrollo del proyecto", comenta el director.

Díaz dice que eso no significó que redujeran su calidad, lo que también confirman otros encargados. Silvia Pozas, directora del Liceo Óscar Castro, de Rancagua, cuenta que en su momento el Mineduc les entregó guías pedagógicas, pero que el resultado final dependía de cada equipo. "Si uno se apropiaba de ellas y las implementaba, el proyecto era exitoso", plantea.

Por eso, afirma que el énfasis del programa, para los 300 nuevos liceos, debe estar "en mejorar las prácticas pedagógicas. Las estrategias de aprendizaje no son uniformes, todos los estudiantes son distintos, y muchos de estos nuevos liceos serán técnicos profesionales, entonces el desafío será más grande".

Fijar un relato

Claudio Morales, director del Liceo Bicentenario de Talagante, concuerda con sus pares. Dice que el trabajo con la generación de planteles técnicos profesionales de excelencia será complejo para el Mineduc, pues el objetivo de esos recintos "no es la educación superior, sino que desarrollar competencias para integrarse al mundo del trabajo".

"La recomendación que le haría al Gobierno es tener muy claro cuál será el propósito final de estos liceos, porque eso fue lo que nos movilizó. Los 60 liceos teníamos claro que nuestros escolares tenían que llegar a la universidad y estábamos todos alineados. Esa épica o relato hay que traducirlo a educación técnico profesional", asegura.

Él también recuerda que en un inicio "tuvimos un empujón inicial en el liderazgo de los directivos, con jornadas de capacitación a todos los directores del país, y también se brindó un apoyo focalizado en los profesores de Lenguaje y Matemática, que se echan de menos", lo que también se podría replicar.

Actualmente, el curriculum de la enseñanza media técnico profesional contempla 35 especialidades y 17 menciones, que cubren 15 sectores económicos del país, entre ellos Administración, Alimentación, Construcción, Electricidad, Gráfico, Hotelería y Turismo, Marítimo, Minero y Salud y Educación.