La misión diplomática de la Santa Sede en Chile afirmó hoy que nunca tuvo conocimiento de la acusación hecha por el párroco de Villa Prat Sergio Díaz Cubillos, quien acusó al nuncio apostólico, Ivo Scapolo, de no querer recibirlo en una reunión acordada, en la que iba a denunciar abusos de religiosos contra menores.
En un comunicado difundido durante la tarde de este jueves por la Nunciatura, se precisa que "monseñor Ivo Scapolo, nunca tuvo conocimiento de la denuncia a la cual hace referencia el sacerdote".
Dice también que Scapolo no concordó ninguna reunión en la Nunciatura Apostólica con el sacerdote. "En consecuencia, no fue posible que el Nuncio se negara a encontrarse con el sacerdote y los jóvenes por él mencionados", se agrega.
Finaliza el breve texto diciendo que en atención a la gravedad de las acusaciones hechas por el Sacerdote "el Nuncio está dispuesto a solicitar que se constituya una Comisión para investigar los hechos mencionados".
Este miércoles el párroco de Villa Prat, Región del Maule, aseguró que pese a presentar la denuncia sobre estos presuntos abusos a sus superiores, entre ellos el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, no se tomaron medidas.
Díaz hizo pública las denuncias tras una reunión de más de tres horas en la que el obispo de Talca, Horacio Valenzuela, junto al clero de la Región del Maule analizaron la reciente visita de 34 obispos chilenos al Vaticano convocados por el Papa Francisco.
"Estoy molesto y dolido con toda la jerarquía de la Iglesia, por todo lo que ha pasado. Yo trabajo en todo Chile y una vez supe que un cura violó a varios chiquillos. Esa vez, hablamos con el nuncio apostólico (Ivo) Scapolo", relató Díaz tras esta reunión.
"Después de un año le entregamos todo lo que la Iglesia nos pide en la nunciatura y (Scapolo) me dio una cita (…) fue en Santiago. Llegamos lloviendo, con frío, y me dice que no nos va a recibir, que no era por mí, era por los chiquillos que iban conmigo. Cómo no voy a estar herido, si el Papa confía en este nuncio, o confiaba plenamente", agregó el párroco.
Para el sacerdote de Villa Prat, el caso de Fernando Karadima, dañó tanto a la Iglesia y a los obispos que éstos "no están en condiciones de tomar ninguna decisión" ante denuncias de abusos sexuales de menores.