El obispo de Rancagua, Alejandro Goic se refirió a la situación que vive la Iglesia chilena por el cuestionado obispo de Osorno, Juan Barros. Acusado de encubrir los abusos cometidos por el ex sacerdote de El Bosque, Fernando Karadima y la visita de los enviados papales.

En entrevista con la revista Sábado, el religioso aseguró que si estuviera en la misma situación de rechazo público "yo hubiera dado un paso al costado", considerando al cuestionado obispo como un "elemento que no une".

"Yo, hijo de la Iglesia, que percibo que soy un elemento que no une, hubiera tratado de dar un paso al costado. Él no lo ha hecho. No lo juzgo, pero en su situación yo hubiera dado un paso al costado", explicó Goic.

El religiosos además reiteró su malestar acerca de la presencia del cuestionado obispo de Osorno en las actividades durante la visita apostólica, que estuvo marcada por protestas en rechazo a la figura de Barros. "Él debió haberse restado, por prudencia evangélica y por prudencia pastoral, porque él sabe que su persona, más allá de sus inocencia o culpabilidad, es una figura controvertida. Lo que debía brillar en ese momento era el Papa por eso he dicho, sin hacer juicios sobre él (Barros), que me dejó un sabor amargo, porque era obvio que los periodistas lo iban a buscar".

"Cuando me enteré de que él empezó a mostrarse, yo dije: va a opacar la visita del Papa. Llamé a algunos hermanos obispos, pero bueno, él es una persona adulta y libre, y escogió ese camino", añadió.

En esa línea agregó que Barros debería tratar de "dialogar y comprender" todo el malestar que produce "pero ahí no hubo nada de eso".

Por otro lado, calificó la visita del arzobispo de Malta, Charles Scicluna al país para reunirse con quienes acusan al obispo Barros como un acto de "rectificación" ante las declaraciones del Pontífice casi al final de su visita al país. "Pienso que el Papa se refería a un problema judicial y quizá no logró que sus asesores le hicieran comprender más a fondo que no es problema judicial, sino de prudencia pastoral".

Finalmente concluyó que espera la "visita del arzobispo Scicluna nos ayude a enfrentar el drama de la Iglesia chilena".