No han sido días fáciles para el obispo Eduardo Durán, de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal de Chile. Tanto así, que nueve miembros de la Junta Nacional de Oficiales Diáconos le solicitaron su renuncia e iniciaron un proceso de destitución del cargo de pastor gobernante de la Catedral Evangélica, el que se debiese resolver esta semana.
A eso se suma la posibilidad de que el directorio de la iglesia de Jotabeche, conformado por 12 miembros, incluyendo a Durán, lo inhabilite de su cargo como obispo, lo que también se podría concretar durante esta semana.
Hoy, a través de una declaración en Facebook, el obispo Durán expresó que no va a renunciar a ninguno de sus cargos y pidió ayuda a sus "hermanos" para "echar por tierra la ambición de algunos oficiales que desean ser pastores de la Catedral".
En otro escenario, hoy se informó también que, antes de todas estas polémicas, desde el 11 de abril Durán dejó de ser el representante protocolar de la iglesia evangélica en la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (Onar), del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, quedando en el cargo el obispo Jorge Méndez. "Estos cargos son facultad exclusiva presidencial y los nombramientos se consideran en forma anual", se señaló en la Onar.