La creciente serie de denuncias por presuntos abusos en la Iglesia Católica alcanzó ahora en Chile a otra de sus organizaciones más emblemáticas. El Opus Dei informó que uno de sus sacerdotes, Patricio Astorquiza (82), enfrenta acusaciones por presunto acoso que se remontan a hace aproximadamente 20 años.
Si bien se trata del primer caso que involucra a esta organización en Chile, la prelatura ya afronta una denuncia en Estados Unidos, que incluye la revelación de un posible encubrimiento mediante pagos a una víctima.
Los antecedentes contra Astorquiza se refieren a dos casos de "acoso persistente en el tiempo y a un abuso de conciencia, ambos con posible connotación sexual", registrados a fines de la década de los 90.
La investigación previa contra el presbítero fue decretada por el vicario regional del Opus Dei, Sergio Boetsch, en octubre de 2018. Las denuncias fueron recibidas entre diciembre y enero.
En el momento de los abusos, las presuntas víctimas habrían sido menores de edad. Como medidas cautelares, Astorquiza no puede ejercer públicamente el ministerio sacerdotal. "Tratamos de vivir las medidas de prudencia que la Iglesia recomienda a todos sus sacerdotes a fin de generar ambientes seguros, sobre todo para los menores de edad", aseguró la prelatura.
Marcial Sánchez, doctor en Historia y experto en catolicismo, explicó que el religioso "es un hombre importante" en el Opus Dei. "Ha vivido todo el proceso de la prelatura acá en Chile y es alguien que formó gente. También es un personaje público, con cierta influencia e incidencia", estimó. Para María José Castillo, académica del Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián, el caso "responde a una misma época y contexto histórico, a nivel país, de Renato Poblete y todas las demás (denuncias de abusos)".
"Estamos hablando del mismo patrón de comportamiento, más en estructuras como esta, que se movían en sectores de mucho poder económico y político", agregó.
Capellán de colegios
Astorquiza estudió en el colegio San Ignacio. Más tarde se tituló como ingeniero y es doctor en Filosofía de la Universidad Lateranense de Roma. Se ordenó en 1962 y luego, hasta la década de los 80 estuvo en Kenia (África), donde ejerció como capellán de universidades y colegios.
Ya en Chile, fue capellán del colegio Tabancura y el Nocedal. Más tarde, desde 2010, desempeñó labores con adultos. Entre ellas, actuó como asesor espiritual en la Pastoral UC.