Una de las actividades que ha generado mayor expectación de la visita a Osorno de los enviados papales, Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, es la misa "En camino de la reconciliación", programada para mañana en la Catedral San Mateo. La actividad es la última que realizarán los sacerdotes antes de regresar a Santiago y en ella se busca un "encuentro de todas las comunidades" post Juan Barros, el cuestionado obispo a quien se le acaba de aceptar su renuncia.
Pero la asistencia de agrupaciones clave aún está en puntos suspensivos. Ayer, tras la reunión que sostuvieron los enviados papales con el clero diocesano (ver recuadro), el sacerdote de la Parroquia Santa Rosa, Américo Vidal, uno de los principales detractores de Barros, aseguró que mañana realizará la eucaristía en su parroquia, por lo que no asistirá.
Asimismo, varios integrantes de la agrupación de Laicos y Laicas de Osorno dijeron que se restarán. El vocero de la entidad, Juan Carlos Claret, señaló que "tendremos una reunión para ver el tema de qué se pretende con esa misa. Si es para resaltar que estamos todos dándonos el signo de la paz es porque no se comprende el proceso que hace falta para la reconciliación".
Desde la otra vereda, la agrupación de Laicos Católicos Cristianos de Osorno, quienes han tenido una postura más cercana al obispo Barros, tampoco han confirmado su asistencia. El vocero, José Manuel Rozas, explicó que esta dependerá de un segundo encuentro que tendrán con los enviados.
"Nosotros estamos buscando la verdad y transparencia sobre Osorno y en torno a la figura del obispo Barros. En esa reunión pediremos que se clarifique por qué se le aceptó la renuncia y esta seguidilla de relatos ilógicos y ambigüedades de la Santa Sede".
Añadió que "hay una serie de relatos por aclarar. A partir de eso, hay mucha gente que se va a restar. Sería una lástima, pero hay que hacerse cargo".
El arzobispo Scicluna dijo que "están todos invitados. Esperamos también la presencia del nuevo administrador apostólico, señor Jorge Concha".
Misterio de la renuncia
Un tema que ha estado ausente durante la visita de los enviados papales a Osorno es la razón por la cual el Papa Francisco aceptó la renuncia al obispo Juan Barros. A pesar de que tanto laicos como sacerdotes han pedido explicaciones durante las reuniones que se han dado los últimos días, aún no está claro qué elementos hicieron al Pontífice cambiar su opinión en torno al prelado.
Rozas explicó que conocer la razón de la partida de Barros sería clave para la reconciliación de la diócesis.
"La reconciliación es un elemento del amor y si no va acompañado de la verdad es un mero sentimentalismo pasajero. Entonces, para salvaguardar la imagen de una institución, sin haber conversado desde la transparencia, sin haber dado ningún tipo de resolución, sin haber dado un comunicado de la Santa Sede sobre la diócesis en Osorno en cuestión, es muy complejo. Hay personas de ambos sectores que están dolidas".
Claret dijo que "la base para una reconciliación es conocer los hechos por los que hay que perdonar o pedir perdón".
Si bien aún no se sabe qué sucederá a futuro con el obispo Barros, varias voces han asegurado que no vivirá en la diócesis. Respecto de los motivos de la aceptación de la renuncia, el sacerdote Peter Kliegel, uno de los primeros en manifestar sus reparos a Barros, señaló que "el camino más fácil sería decir esta es la razón, pero tengo la impresión que por dignidad del obispo se buscará algo más suave".