Durante la madrugada de este jueves el Vaticano informó que el Papa Francisco aceptó la renuncia de los obispos Alejandro Goic de Rancagua y Horacio Valenzuela de Talca.
Goic estas ultimas semanas debió hacer frente a denuncias de conductas impropias y presuntos abusos sexuales cometidos por religiosos de su diócesis, lo que significó la suspensión de 14 presbíteros de la zona. El ahora exobispo de Rancagua era uno de los prelados que había presentado la renuncia a Francisco por haber cumplido el máximo de edad permitido.
Valenzuela, en tanto, había estado cuestionado por ser uno de los sacerdotes formados por el expárroco de El Bosque, Fernando Karadima.
Sumado a esto según señala la Nunciatura Apostólica, el Papa Francisco nombró como administrador apostólico a Fernando Ramos en Rancagua y a Galo Fernández en Talca. Ambos habían presentado sus renuncias a Francisco en mayo pasado.
Esta es la segunda camada de renuncias de obispos chilenos a los cuales el Papa acepta la renuncia. El 11 de Junio el Pontífice informó que acogía las dimisiones presentadas por Juan Barros en Osorno, Cristián Caro en Puerto Montt y Gonzalo Duarte en Valparaíso.
Cabe mencionar que con estas dos nuevas renuncias, de un total de 27 jurisdicciones eclesiásticas, seis se encuentran a cargo de administradores apostólicos, es decir en situación de sede vacante, o sea sin su obispo o arzobispo residencial: Valparaíso, Rancagua, Talca, Valdivia, Osorno y Puerto Montt.
Según detalla la Nunciatura "el administrador apostólico goza de derechos y obligaciones semejantes a las del obispo residencial, con algunas excepciones que determina el Código de Derecho Canónico, y forman parte de la Conferencia Episcopal", y que en el caso de "los dos obispos auxiliares de Santiago mantienen sus mismos cargos, además de las nuevas responsabilidades que le han sido confiadas".