Por más de 12 horas se extendió el cónclave en las dependencias del ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, que inició cerca de las 12.30 horas del sábado 26 de noviembre, y donde La Moneda retomó las conversaciones con los dirigentes de los transportistas movilizados para discutir el término del paro.
A estas horas, y tras no llegar a un acuerdo, el gobierno realiza una reunión interna para pronunciarse respecto a las decisiones que llevarán a cabo.
Sin embargo, esta no es la única acción que se emprende durante la jornada: ante las advertencias de desabastecimiento de parte de supermercados y productores agrícolas, desde La Moneda activaron un plan para garantizar la entrega de suministros e “insumos de primera necesidad”.
El plan de abastecimiento, hasta el momento, se tradujo en un total de 140 camiones que fueron escoltados por fuerzas policiales, para así garantizar la entrega de suministros.
“El plan de escolta se mantiene activo y se aplica cuando sea requerido”, informaron desde la Subsecretaría del Ministerio del Interior.
Hasta las 10.45 de este domingo, aún se mantienen en las rutas 36 puntos con camiones detenidos en el costado de la berma y un bloqueo parcial en la ciudad de Iquique, en el Acceso Puerto.
Además, se ha detenido a 17 personas durante las movilizaciones y presentado 11 querellas por Ley de Seguridad Interior del Estado.
Juan Sutil alertó sobre posible “escalamiento” en movilizaciones
En conversación con el programa Estado Nacional, el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Juan Sutil, aseguró que de no solucionarse el paro, “las pérdidas podrían llegar a los 300 millones de dólares”.
Además, el líder de la CPC reiteró su preocupación respecto al paro de los transportistas, pues “hay problemas en industrias que están con dificultades para recibir sus insumos, por ejemplo, la industria cervecera podría parar, la industria minera también podría parar. Y si no se resuelve esto entre hoy día o mañana como máximo, hay mucho agricultor que no va a poder cosechar y que va a tener que botar su fruta”.
Sobre lo mismo, expresó que la situación “podría agravarse”, y que “esto no se transforme solamente en un problema de los transportistas, por legítima que fueran algunas de sus demandas, que esto escale”.