Durante la mañana de este lunes comenzó un nuevo proceso judicial para Martín Pradenas, quien es acusado como autor de cinco delitos de abuso sexual y dos delitos de violación, en hechos ocurridos entre entre noviembre de 2010 y septiembre de 2019, en la Región de La Araucanía.
Pradenas fue condenado por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Temuco en agosto de 2022 a una pena única de 20 años de presidio efectivo, en calidad de autor de dos delitos consumados de violación de mayor de 14 años, cuatro delitos consumados de abuso sexual de mayor de 14 y un delito consumado de abuso sexual de menor de 14 años.
Sin embargo, ese juicio fue anulado por la Corte Suprema, luego de que el máximo tribunal acogiera el recurso que presentó la defensa del imputado. De esta forma, esta mañana partieron los alegatos de apertura del juicio oral de Pradenas, quien se mantiene en prisión preventiva en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Nueva Imperial.
Durante esta jornada, el acusado asistió al tribunal en forma presencial. La jueza Rocío Pinilla le señaló que, si quería emitir una declaración, podría hacerlo este martes.
Así las cosas, se espera que este nuevo juicio oral se extienda por 37 jornadas, de lunes a viernes. A fines de marzo, los defensores penales públicos Patricio Salinas Gaete y Marcelo Pizarro Quezada asumieron la representación del acusado debido a la renuncia de la defensa privada.
El caso
El caso contra Pradenas surgió luego de la denuncia de violación a Antonia Barra ocurrida el 18 de septiembre de 2019, ocurrida en Pucón.
Los hechos ocurrieron luego de que ambos se encontraran en una discoteca en dicha ciudad. Tras compartir dentro del recinto nocturno, salieron juntos hacia una cabaña, donde Pradenas habría abusado sexualmente de la joven. La joven se quitó la vida tres semanas después.
Durante la tramitación del caso surgieron otras víctimas que dijeron haber sido violentadas por el mismo imputado, una de ellas menor de edad.
A lo largo del juicio, la fiscalía acusó a Pradenas de aprovecharse de la condición etílica en la que se encontraba Antonia Barra para cometer la violación. Por su parte, durante el primer juicio, la defensa rechazó esa hipótesis.
Dicha acusación se mantuvo durante este nuevo juicio. En detalle, la fiscalía acusa a Pradenas de siete delitos, cinco abusos y dos violaciones, respecto de seis víctimas. En el caso de Antonia, se le acusan dos delito, uno de abuso y otro de violación.
La fiscalía
“No podemos desconocer la alta expectación pública que ha generado este juicio y este proceso desde el inicio de la investigación”, comenzó diciendo el fiscal Miguel Rojas en su exposición que se extendió por más de 10 minutos.
El persecutor aseguró que el acusado se aprovechó “de la situación de desigualdad, de vulnerabilidad, en que se encontraban cada una de las víctimas”. En ese sentido, dijo que era “imperativo” desarrollar sus alegaciones con “perspectiva de género”.
Rojas afirmó que “la conducta que desplegó el acusado en perjuicio de Antonia venía desarrollándola por lo menos desde 2010, agrediendo a distintas víctimas incluso niñas”. Según señaló el persecutor Pradenas realizó “ataques intempestivos con el uso de la fuerza”.
Con todo, el fiscal dijo que con las pruebas se podrá “conocer al acusado” y se va a poder establecer que Pradenas “es capaz de ejecutar cada una de estas conductas, apreciando al género femenino como un instrumento, cosificando a la mujer, entiendo que ellas no son más que un mero trofeo”.
La defensa
Luego de que expusieran todos los querellantes, fue el turno de la defensa de Pradenas, que acusó “visión de túnel” de la fiscalía.
Enumerando varios puntos, Marcelo Pizarro criticó la investigación, señalando que se basaba en “sesgos”, tanto policiales, periciales y en torno a la figura de Pradenas. Estos, dijo, condujeron a “errores, omisiones y prejuicios”.
Además, el abogado de la Defensoría Penal Pública criticó “la falta de contrastación de versiones disímiles y contradictorias de testigos que fundan los mismos hechos de la imputación”.
Con todo, el profesional dijo que había habido una “selección arbitraria de la evidencia que conformó el interés criminalístico por parte de la policía”.
“El sistema de justicia criminal tiene una nueva oportunidad que nos permite salir de este sesgo y nos permite conocer a la persona de Martín Pradenas, al real, y no al construido, no a este depredador sexual del que hemos escuchado hablar el día de hoy”, afirmó.
“Esta defensa solicita la absolución de todas las imputaciones”, concluyó.