¿Qué pasará con el Parque O'Higgins cuando se vaya Fantasilandia?

¿Más áreas verdes? ¿Un lugar de contemplación al estilo de un parque japonés? ¿Un parque dentro del parque? Las opciones que podrían "cambiar la cara" del Parque O'Higgins han comenzado a ser bosquejadas después de que se diera a conocer, el año pasado, que el parque de diversiones Fantasilandia tiene previsto abandonar su actual emplazamiento. La emigración no se concretaría antes de 2022, año en que concluye la concesión con la municipalidad de Santiago. Aunque la empresa que gestiona el centro de entretenciones insiste en que, si bien sigue explorando locaciones alternativas, hasta ahora "no hay ninguna decisión tomada", ya han surgido posibles alternativas para el paño de siete hectáreas que ocupa en una de las esquinas del parque.

En entrevista con La Tercera realizada en diciembre pasado, el alcalde de la comuna, Felipe Alessandri, reveló que exploraba la posibilidad de "hacer un parque dentro de un parque. ¿Qué significa esto? Un parque muy bien cuidado. La idea sería hacer allí un parque de descanso, de reflexión y de lectura, que sea un lugar muy tranquilo en el corazón de la ciudad".

En el municipio señalan que aún no existe la posibilidad de definir opciones concretas, debido a que todavía no se formaliza la salida del parque y a que la decisión sobre qué hacer con el paño debería adoptarse en un próximo período de administración municipal.

No obstante, explican, el alcalde Alessandri ha planteado proteger esas siete hectáreas y potenciar que las 74 que totalizan el parque tengan varios usos. Así, la idea de un parque contemplativo podría tomar forma e inspiración en los parques japoneses, "más tranquilos, con mucha sombra y juegos de agua", indican.

"La salida de Fantasilandia", argumenta Rodrigo Guendelman, fundador de @santiagoadicto, en una columna en La Tercera, podría abrir espacio para crear "una zona sagrada de contemplación y tranquilidad".

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Pablo Allard, urbanista y decano de arquitectura de la Universidad del Desarrollo (UDD), considera que la eventual salida de Fantasilandia "abre grandes oportunidades para potenciar el Parque O'Higgins como un destino metropolitano". En esa línea, propone la construcción de un museo de la innovación y las ciencias, o bien "explorar la idea que fracasó en el parque Padre Hurtado de construir una laguna de acceso público, lo que permitiría que Santiago cuente con su primera playa urbana" permanente.

Arturo Orellana, académico del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Católica, argumenta que la alta conectividad que caracteriza a esta zona la convierte en una alternativa para los habitantes de los sectores sur y poniente de Santiago, donde "hay un déficit de áreas verdes. Hay que darle un sentido de uso popular, pero con un estándar superior, como el del parque Bicentenario de Vitacura". Al mismo tiempo, insiste en que el acceso debe mantenerse "sí o sí gratuito".

Otro factor que podría influir en que se pongan en marcha importantes cambios en esta área verde es deportivo. En 2023 se realizarán los Panamericanos en Chile, y en ese marco, el Ministerio del Deporte trabaja en la línea de construir parques deportivos. Pauline Kantor, titular de la cartera, dice que hay conversaciones con el alcalde de Santiago para que el Parque O'Higgins se integre a esta iniciativa. "La mirada moderna apunta hacia la convivencia del deporte masivo con el de alto rendimiento, donde es necesaria la coexistencia de espacios que alberguen la práctica de deporte al aire libre", precisa.

De ser así, fuentes cercanas al municipio revelan que el espacio para ese fin se podría ubicar en las cercanías de donde hoy está el sector del Pueblito.

Más allá de ello, otro punto importante es la relicitación del Arena Santiago. En 2024 concluye el contrato que hoy existe con Hiller Inversiones. "Con seguridad habrá privados interesados, y ello podría generar recursos para invertir en mejoras en el mismo recinto o en su entorno", señalan en el municipio.