Fue el pasado 20 de octubre cuando Javiera Bascuñan fue detenida en el estacionamiento de un supermercado en el sector de Larapinta, en Lampa, por el delito de robo en lugar no habitado.
En esa jornada, la mujer fue trasladada por personal de la Policía de Investigaciones (PDI) hasta el cuartel policial de la comuna, y en ese momento se generaron distintas versiones sobre lo ocurrido.
A través de sus redes sociales, Bascuñan hizo una serie de acusaciones sobre malos tratos y torturas que ella habría sufrido al interior de la instalación. En los registros que ella compartió detallaba que fue desvestida, que se le arrojó agua y que fue pateada en el suelo.
No obstante, desde la institución aludida no solo descartaron que se hayan producido estos hechos, sino que además presentaron una querella por injurias y calumnias en contra de ella.
A través de la acción judicial, la policía señala que la mujer solo quedó apercibida y posteriormente fue dejada en libertad, y que durante la constatación de lesiones, se reportó que no presentaba ninguna. Además se señala que, en los videos adjuntados en la querella, puede verse que en gran parte del procedimiento ni siquiera se utilizaron medidas de seguridad, como por ejemplo, esposas.
En el escrito se detalla que "las expresiones formuladas por la querellada no dejan duda alguna en cuanto a que le imputa responsabilidad penal a los querellantes en los delitos de tortura y de tratos crueles inhumanos y degradantes, al señalar que fueron los funcionarios policiales que la tomaron detenida los que habrían realizado una serie de actos ilegales".