El pasado 3 de febrero, Santiago fue testigo de un evento de renombre a nivel mundial que no estuvo exento de polémicas: la Fórmula E. La promoción y fomento de la electromovilidad, además de posicionar a Chile como un país comprometido con la eficiencia energética y como destino turístico, fueron los principales ejes de la carrera.
Sin embargo, el cierre de calles en el sector de Plaza Italia molestó a vecinos y transeúntes que vieron afectadas las formas de movilización y desplazamiento por distintos lugares del área, como el Parque Forestal, provocando una demanda colectiva contra el evento, la cual fue rechazada.
Pese a ello, las autoridades de Gobierno valoraron el paso del evento deportivo por el centro de la capital. "Sin duda, es un gran avance, considerando que hace cuatro años estábamos discutiendo el Dakar", sostuvo el Ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena.
"El hecho de que se pueda correr en el centro de Santiago indica que hay cero ruido, y que nos apunta hacia el futuro", sostuvo el titular del Medio Ambiente.
Además, a la demanda se le sumó la querella interpuesta por la Municipalidad de Santiago y la Dirección de Bibliotecas y Museos (Dibam), debido al daño que causó un camión de la organización del evento a la escultura "Ícaro y Dédalo", ubicada afuera del Museo de Bellas Artes.
De todas formas, el gobierno destacó la importancia del prix y su realización. "Vamos a tener vehículos que son eléctricos, con muchos componentes fabricados en Chile", explicó Mena. "Estos permiten cero emisión de gases de efecto invernadero y cero contaminación local por no tener motores de combustión interna".
"Si bien puede haber causado algún tipo de incomodidad (la Fórmula E), y siempre que se puedan mejorar esos aspectos, claramente es un hito que Chile esté, hoy en día, dentro de los países que más quieren impulsar la electromovilidad en el mundo", destacó el ministro.