Este lunes el Presidente Sebastián Piñera participó en la ceremonia de conmemoración del aniversario 93º de Carabineros. Durante su discurso, el Mandatario destacó la relación de colaboración que mantiene la oposición de Portugal con el gobierno de ese país e insistió que Chile requiere de “unidad, diálogos y acuerdos” para enfrentar tanto la pandemia como la recesión económica.

“En estos tiempos difíciles necesitamos una nueva actitud. Una nueva actitud que tiene que permear el alma y corazón de todos los chilenos, pero muy especialmente, de quienes ejercemos cargos de liderazgo por decisión y voluntad de la ciudadanía. Unidad, diálogo, acuerdos, colaboración, eso es lo que hoy día requerimos”, comentó el Mandatario.

En este sentido, reconoció que le llenó de “alegría” escuchar las palabras del líder de la oposición de Portugal dirigiéndose al primero ministro de ese país y relató las palabras que emitió Rui Rio, presidente del conservador Partido Socialdemócrata (PSD), a Antonio Costa: "Nosotros no somos oposición, somos colaboración y agregaba que le ofrecía colaboración y le deseaba coraje, nervios de acero y mucha buen suerte, porque su buena suerte también es nuestra buena suerte”.

El Mandatario sostuvo que “esa actitud es la que requerimos en nuestro país. Estoy convencido que en tiempos difíciles es cuando más necesitamos estar unidos, estar trabajando hombro con hombro, tener todos una sola causa, derrotar unidos nuestra pandemia y superar unidos esta recesión”.

Las palabras de Piñera a la oposición fueron emitidas luego de que se conociera el encuentro convocado por los fundadores chilenos del Grupo de Puebla -entre los que se encuentran Marco Enríquez-Ominami y en la que participaron senadores, diputados y exministros desde la DC, el PC al Frente Amplio- donde el Presidente de Argentina, Alberto Fernández les hizo un llamado a “zanjar sus diferencias para recuperar el poder”.

Tras esta reunión, la Cancillería- expresó al gobierno transandino su “profunda extrañeza”, respecto de los comentarios de mandatario kirchnerista y calificó sus palabras como una “injerencia en asuntos internos de Chile”.