Este jueves, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, abordó los avances del Plan de Emergencia Habitacional, cuya meta entregar 260 mil viviendas durante la administración del Presidente Gabriel Boric, en el marco del plan en cuestión. Esto, en un contexto en el que el país enfrenta lo que califica como “una verdadera crisis habitacional”.
“Según los últimos datos de Casen Vivienda, 552 mil familias necesitan con urgencia de una vivienda. Familias que lo están pasando muy mal, en situación de allegamiento, hacinamiento o de campamento, estas últimas probablemente la cara más dura de esta crisis cuya superación debe ser motivo de unidad nacional. Ningún sector puede ser indiferente a esta realidad que nos interpela como sociedad y para la que todos debemos aportar”, partió señalando en una carta publicada en El Mercurio.
El secretario de Estado indicó que, hasta marzo de este año, el Minvu ha terminado 114.607 viviendas, lo que equivale a un 44,1% de avance del plan. En tanto, otras 119.518 están en ejecución y 82.370 más están por iniciar, con proyecto y recursos aprobados.
“Desde un inicio dijimos que se trataba de una meta sumamente desafiante, que significaba aumentar el ritmo de producción de viviendas con apoyo del Estado, el que venía decreciendo en los últimos años y, además, con vientos en contra, con un sector construcción aún muy afectado por efectos de la pandemia, con muchas empresas al borde de la quiebra, una fuerte alza en el costo de los materiales y altas tasas de los créditos”, explicó.
“De alcanzar el éxito”
El ministro Montes sostuvo que desde que llegaron a La Moneda implementaron “una serie de medidas, trabajadas con los gremios, para apoyar a las empresas constructoras y lograr que muchos proyectos que estaban paralizados e incluso renunciados pudieran retomar las obras”. Asimismo, impulsaron una agenda legislativa sobre la materia y desarrollaron “una fuerte gestión para robustecer el Banco de Suelo Público, que nos ha permitido reunir las hectáreas necesarias para completar las metas del plan y, además, anticiparnos y dejar disponibles suelos para una más rápida ejecución de futuros proyectos”.
Sin embargo, advirtió que el éxito del plan depende de varios factores, ya que superar el déficit habitacional “es un esfuerzo de más largo aliento, que va más allá de lo que es posible hacer en una o dos administraciones”.
“Por eso hemos trabajado también en dejar las capacidades instaladas, implementar políticas estructurales para que, de manera sistemática, se aceleren los procesos de construcción de viviendas de interés social. Por ejemplo, hemos introducido nuevas e innovadoras líneas a nuestra política habitacional, como el Programa de Autoconstrucción e Industrialización, el Sistema de Ejecución Directa Serviu, Arriendo a Precio Justo o Vivienda para Trabajadoras y Trabajadores”, detalló.
Si bien desde su cartera están “conscientes de las dificultades” y seguirán trabajando “sin descanso” para avanzar con el plan, Montes llamó a comprender que lograr esas metas “depende también de cómo todos, desde nuestros respectivos ámbitos, contribuimos con ellas”.
“De alcanzar el éxito, la satisfacción de que 260 mil familias accedan a algo tan fundamental para la vida como una vivienda, no será solo del Gobierno, sino que de todos los chilenos y chilenas, de todos los sectores, que seguimos comprometidos con un Chile más justo y próspero”, subrayó.