El plan del gobierno y la policía para las zonas donde la violencia no cesa

Saqueos, barricadas, desórdenes y lesionados. Estos se han convertido en términos comunes en los balances que las autoridades hacen sobre los efectos de la crisis que comenzó el 18 de octubre de 2019.

Con el correr de los meses, los llamados "eventos graves" a nivel nacional han experimentado una sostenida baja (la excepción ocurrió la semana pasada, tras el atropello a un hincha de Colo Colo). Sin embargo, existen tres lugares en específico que siguen sin dar tregua: Antofagasta, Plaza Italia y comisarías de Carabineros, en especial, en los últimos días, en Huechuraba y Peñalolén.

Así lo aseguraron distintas fuentes consultadas de Carabineros, quienes tiene diferentes lecturas para lo que pasa en cada uno de estos puntos (ver recuadros). En el gobierno también están conscientes de estos focos, por lo que ya se está trabajando para mitigar la violencia en dichos puntos.

El subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, explicó que "hay que ver cuál es el fenómeno que está ocurriendo, incluso qué pasa en cada territorio. Es distinto lo que pasa en Pudahuel, Macul, Plaza Italia o Antofagasta, porque, por ejemplo, la noche del miércoles no hubo manifestaciones en estos dos últimos puntos, pese a que estaban anunciadas. Parte de la estrategia que estamos fijando es exigir algo más de complejidad al interpretar los fenómenos, de tal manera de poder entender y poder reaccionar adecuadamente".

En ese sentido, el subsecretario explicó que el gobierno está trabajando en un plan de "intervención selectiva", que es una metodología que se está usando durante las últimas semanas, pero que buscará ser potenciada en estos días. ¿De qué se trata?: "Que Carabineros logre obtener evidencia y detener a personas que están cometiendo delitos más graves, no simples desórdenes públicos, sino que al que porte o lance molotov, que use armas de fuego o los delitos de incendio".

El ataque con bombas molotov a una patrulla de Carabineros el domingo 26 de enero, en Antofagasta, fue uno de los últimos episodios de violencia en la comuna. Sin embargo, según señalaron las autoridades policiales y locales de la zona, no fue un hecho inédito, ni muy distinto a lo que viene ocurriendo en la comuna, especialmente durante los últimos meses. Desde que comenzó la crisis, el 18 de octubre de 2019, la ciudad registra 663 eventos graves, de los cuales 79 se registraron el último mes, resultando 37 carabineros lesionados. Esta semana hubo ataques incendiarios contra un colegio y un templo.

Para la alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo, "lamentablemente la violencia acá no ha disminuido y nos preocupa a toda la ciudad. Es algo bien complejo, pues nunca antes lo habíamos vivido. He conversado con mucha gente mayor, y a todos nos sorprende el grado de violencia para enfrentar esta situación. Con todo lo que nos ha pasado, considero tarde la reacción del Gobierno Regional y también del central al enfrentar esto. Nos reunimos con la fiscalía y la policía para saber qué pasa, y confirmaron que si no ponemos mano dura y no enfrentamos esto con responsabilidad, van a seguir apareciendo factores asociados a la delincuencia y el narcotráfico".

El viernes pasado, fueron las barras de los equipos de fútbol las que se tomaron Plaza Baquedano. El fallecimiento de Jorge Mora, hincha de Colo Colo, quien fue atropellado por un vehículo de Carabineros, motivó la convocatoria de ese día.

El lugar se ha convertido, casi sin cesar, en el epicentro de las manifestaciones desatadas luego del 18 de octubre. Ese día se volvió a registrar un incendio en la casona Schneider, lugar que era ocupado por la Universidad Pedro de Valdivia como una de sus sedes. El inmueble ya había sido atacado el 8 de noviembre, cuando hubo daños por más de $ 800 millones. A esto se suma el incendio de la Iglesia de Carabineros y del Cine Arte Alameda, ambos recintos atacados por causas que se investigan.

La situación de hecho tiene aproblemados a los vecinos del sector. Incluso la comunidad de residentes del sector San Borja optó por organizarse y buscar una solución. Así fue como hace dos semanas aceptaron el ofrecimiento de un empresario quien quiso donarles, de manera anónima, unos bloques de concreto para montar una muralla en el sector. El objetivo era que los manifestantes no ingresaran al sector. Los bloques fueron vandalizados el mismo viernes que debutaron.

Fue el 11 de noviembre del 2019 cuando estalló el caos en los alrededores de la subcomisaría de Peñalolén. Ese día fue el primer ataque a la unidad y desde entonces se ha mantenido como un foco de constantes ataques. Según fuentes policiales, estos atentados -que ya suman 43 desde que comenzó la crisis- estarían ligados a tres grupos: narcotraficantes, grupos anarquistas y la facción "Espectros" de la Garra Blanca (barra brava de Colo Colo). En Carabineros dicen que todos los días hay al menos un ataque, donde incluso un cabo de 27 años, recibió un disparo en un ojo, y otros efectivos han sido heridos por bombas molotov y fuegos artificiales. En Huechuraba, la situación no es muy distinta, donde se han registrado 33 ataques a la 54° Comisaría. Fuentes policiales aclaran que estos podrían estar ligados a bandas de narcotraficantes de las poblaciones del sector. Una alta fuente policial, además, señaló que estas dos unidades siguen siendo un foco, pues hay importantes grupos de narcotráfico y bandas delictuales enquistadas en tales sectores. Las autoridades también han señalado que los ataques en estas dos unidades, a diferencia de otras, se mantienen en el tiempo, no como por ejemplo en la de Pudahuel, donde no se repitieron todos los días.