Ante el aumento sostenido de casos de coronavirus en diversas regiones, a lo que se suma que ya comenzó la entrega del permiso de vacaciones, el gobierno y los municipios se encuentran aplicando medidas para asegurar el uso de mascarillas y mantener la distancia social en los balnearios.
En la Región de Valparaíso el intendente, Jorge Martínez, explicó que para tener un mayor control, se instalarán banderas rojas en las playas, con el objetivo de indicar cuando están “al límite de su capacidad. Una vez puesta la bandera, no puede ingresar más gente. Por lo tanto, hay aforos máximos, que son los que dan la cantidad de personas con el distanciamiento que exige la norma de uso de playas”. Y enfatizó que “esto lo queremos hacer en todas las playas de la región. En algunas habrá doble bandera roja, porque no son aptas para el baño”.
Martínez detalló que, además, se van a aumentar las fiscalizaciones “donde existen aglomeraciones, para que la gente sepa que allí hay riesgo, para que estén con la distancia adecuada”.
El protocolo de Salud y Bienes Nacionales establece que si una persona porta mascarilla podrá ubicarse a un metro de otra en la arena, y si se trata de grupos, deben guardar cinco metros.
Sobre las medidas, el seremi de Salud de Valparaíso, Francisco Álvarez, ratificó que “cuando haya una alta densidad de personas, se va a cerrar la playa y se levantará una bandera roja”. Esto se hará en coordinación con la autoridad marítima.
El seremi añadió que los fiscalizadores ya reforzaron los operativos: “Se controló a cinco mil personas solo el lunes en las principales playas (...) en el borde costero se cuenta con 100 fiscalizadores de la Seremi para toda la región y se va a contratar a otros 100 fiscalizadores más, de modo de aumentar la dotación durante el verano”.
Destacó que esperan controlar a 60 mil personas por semana en las playas.
Alcaldes en alerta
La alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, cuya comuna está en Fase 2, explicó que la llegada de visitantes es un desafío “inédito”, pues se debe encontrar el equilibrio entre “las medidas sanitarias, el derecho al descanso y la reactivación económica local”. Ante eso, señaló que se continuará con un plan de sanitización de los espacios públicos y la instalación de señaléticas.
El gobernador marítimo de Valparaíso, Ricardo Alcaíno, sostuvo que efectivos de la Armada, junto a inspectores municipales y de Salud, realizan patrullajes en todos los balnearios habilitados. Y recordó que está prohibido acudir a la playa los fines de semana si la zona está en Fase 2.
El alcalde de La Serena, en tanto, Roberto Jacob, llamó al “autocuidado” de los veraneantes y añadió que espera que la comuna se mantenga en Fase 4: “Todo depende del comportamiento de las personas. Si aumentan los contagios, la gente lo va a pensar antes de venir”.
Sergio Pino, alcalde (S) de El Quisco, en Fase 3, planteó que los permisos de vacaciones “tienen que venir de la mano con una mayor fiscalización en las playas”, por lo que solicitó que la Seremi de Salud refuerce sus equipos para controlar las medidas.
En Caldera, comuna en Fase 4, la alcaldesa Brunilda González advirtió que las personas no están cumpliendo los protocolos, porque “hacen fiestas, reciben gente en sus casas, no hay resguardo en el uso de la mascarilla en las playas y solamente se las ponen cuando ven fiscalizadores”.
Dijo que están instalando separadores para generar distancia en la arena.
En El Tabo, en Fase 3, el alcalde, Alfonso Muñoz, agregó que la llegada de visitantes “nos complica. Nuestra preocupación son los veraneantes, hemos tomado las máximas medidas recomendadas por la autoridad sanitaria, como estar permanentemente monitoreando el uso de mascarillas, el distanciamiento, el lavado de manos y los aforos”.
Roberto Córdova, alcalde de Pichilemu, zona en Fase 3, expresó que cada verano la comuna pasa de 20 mil a 40 mil habitantes: “Es un tema incontrolable y eso va a generar un tremendo riesgo de contagio”. Por eso, el edil pidió “responsabilidad”, pues, aclaró, “no va a haber suficientes fiscalizadores para controlar el cumplimiento de los protocolos. La responsabilidad es de cada una de las personas”.
El alcalde de Iquique, Mauricio Soria, precisó que la ciudad está en cuarentena, por lo que aumentó la aplicación de test PCR en la comuna. “Entraron 10 mil personas en dos meses. Solo tenemos un hospital regional y los equipos de salud están agotados”, advirtió.