Extrañeza, y algo de molestia, han generado entre los vecinos de diversos cerros del Puerto de Valparaíso algunas multas cursadas en los últimos meses a residentes. ¿La razón? Limpian las calles y veredas colindante a sus hogares, solo que en horarios prohibidos.

Si bien una ordenanza municipal, que data de 2003, establece la obligación de "mantener en forma permanente el aseo de las veredas en todo el frente de los predios que ocupan", la norma también prohíbe realizar esta operación entre las 8.00 y las 22.00 horas, así como "arrojar o verter a los lugares públicos aguas o cualquier líquido malsano, inflamable y corrosivo".

Por vulnerar esta última parte del reglamento municipal, Óscar Pérez, un vecino de la calle General Mackenna en el cerro Yungay, fue multado el 8 de julio pasado. Según explicó, ese día enceraba la vereda para eliminar el olor a orina y heces que dejan las personas que festejan de noche en la vía pública. Pero ese día, a causa de la cera aplicada en la vereda, una joven se resbaló y denunció el costalazo a Carabineros.

Según consta en la sentencia, el magistrado Aníbal Rey lo sentenció a pagar 0,5 UTM, cerca de $ 24.000.

"Valparaíso es sucio y a la gente le gusta así", expresó, disgustado, Pérez.

Un año antes, en 2018, Carabineros cursó una sanción similar a Yasodhara Corvalán, el 23 enero de 2018, dejándola citada al Juzgado de Policía Local. La infracción: "Efectuar lavado de vereda en horario no establecido".

Ese día, Corvalán manguereaba la escalera Héctor Calvo, contigua al restaurante Sicodelia, que administraba hacía cuatro años. Este se emplazaba a pocos metros de la subida Ecuador, uno de los centros de la vida nocturna porteña. "Yo tenía que vender almuerzos en la terraza, y no lo podía hacer con el olor a orina y excrementos que había en el lugar", explicó.

Si bien el juez de Policía Local anuló finalmente la multa, la dinámica en la controvertida escala no cambió. En enero de este año, Corvalán vendió su restaurante. También se han comentado otros casos como los anteriores.

Problema de aseo

Por la urgente necesidad de aseo en el sector del cerro Yungay, un grupo de 20 vecinos paga actualmente a una persona para que barra las veredas dos veces por semana. "El aseo municipal no da para la limpieza que requiere la calle", afirma Juan Francisco Jaña, residente de calle Mackenna. Pero tiene que hacerlo con cuidado de la hora.

El alcalde Jorge Sharp dijo que "los equipos de operaciones han implementado un plan de refuerzo en aquellos sectores donde se concentra mayor cantidad de público diurno y nocturno, para ello se realizan turnos de aseo". Agregó que "dentro del plan de limpieza se considera el lavado de calles a través de hidrolavadoras y camiones aljibes, que se realiza en la noche".

Añadió que "a la fecha (la entidad) no ha cursado citaciones por parte del departamento de Inspectoría Urbana" y descartó modificaciones a la ordenanza de aseo.