La víctima, Roberto Guzmán, se encontraba internada en un sanatorio en Buenos Aires, en donde falleció en enero de 2020 por una supuesta insuficiencia renal. Luego del fallecimiento, su esposo Guillermo Berjeli, ordenó cremar el cuerpo de Guzmán.
Pese a esto, recientemente la policía argentina comenzó a investigar el hecho, ya que después de la muerte de la víctima, su cónyuge cobró el seguro de vida y además, heredó un departamento en Chile, avaluado en $200.000 dólares, y un fondo común de inversión por $100.000 dólares. Berjeli, logró darse a la fuga durante dos meses, pero tras su detención quedó en prisión preventiva mientras se desarrolle la investigación.
Según las indagatorias del fiscal a cargo, Pablo Recchini, el acusado envenenó 13 veces a la víctima mientras se encontraba internado en el centro de salud. La revisión de las cámaras de seguridad del lugar, indicaron las fechas exactas de los envenenamientos, además develaron que Berjeli ingresaba las sustancias tóxicas en una mochila y las cambiaba por el suero.
El juez, Diego Slupski, dictó “Homicidio agravado por el vínculo, por haber sido cometido con alevosía, por el suministro de veneno y por codicia”. El acusado se encuentra en prisión preventiva mientras continua el desarrollo la investigación, además el juez ordenó un embargo sobre los bienes del imputado.