Hace cinco años, en 2020, los últimos 10 días de marzo marcaron un antes y un después en la salud del mundo. En Chile, particularmente, las autoridades del gobierno que conducía Sebastián Piñera enfrentaron una de las mayores pandemias y en esos días tomaron medidas contra el Covid-19 como decretar toques de queda, instaurar cuarentenas y crear aduanas en los accesos y salidas de la capital y otras ciudades. Al 26 de marzo, el Ministerio de Salud reportaba 1.142 personas contagiadas.
Según cifras oficiales del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) y el Ministerio de Salud, la cifra oficial de fallecidos por complicaciones a raíz del Covid-19 llega a 58.572 (54.212 confirmados y 4.360 sospechosos o probables). Sin embargo, otras estadísticas hablan de más de 62.000 muertos.
Durante 2021 la tasa de mortalidad observada fue de 6,99 fallecidos por cada 1.000 habitantes. Si se compara con el promedio del período previo a la pandemia, representa un incremento de un 21,8%. Al desagregar por sexo, se observa una tasa de mortalidad observada para hombres de 7,56 por cada 1.000 habitantes y 6,44 por cada 1.000 habitantes en mujeres, con un incremento respecto a años previos de un 23,3% y 20,1%, respectivamente.
Pero lejos de esas altas cifras, el coronavirus sigue cobrando vidas: hasta la semana del 16 al 22 de marzo del presente año, el DEIS notificó la muerte de 98 personas a causa del Covid-19. Y los casos atendidos en el sistema de salud sumaron 5.191.
Hasta el año pasado, el promedio de edad de las personas fallecidas es de 76,5 años, lo que indica que el virus sigue afectando principalmente a personas mayores, con una distribución casi equitativa entre géneros.
“Es importante entender que el virus es un cuadro respiratorio que particularmente se desarrolla en aquellas personas que tienen enfermedades de riesgo, enfermedades crónicas, hipertensión, diabetes y las personas muy mayores, que generalmente son las que tienen enfermedades crónicas. Una infección como el coronavirus puede producir una enfermedad grave, puede la persona terminar hospitalizada y a veces sobre infectarse, infectarse por otras cosas y obviamente, desgraciadamente pueden fallecer”, dice la exsubsecretaria de Salud Pública y hoy directora ejecutiva de CIPS-UDD Paula Daza.
“La verdad es que si uno ve en cifras tenemos casos persistentes de Covid en el país, que siguen apareciendo y tenemos también en la última semana 66 pacientes hospitalizados por Covid. Los pacientes más graves en términos generales están caracterizados por ser una población adulta mayor, mayores de 65 años”, añade el jefe de la Unidad de Paciente Crítico de Clínica Indisa, doctor Sebastián Ugarte.
Y la vacuna, ¿cuándo?
Esta tendencia ha sido constante a lo largo de la pandemia y pone de relieve la importancia de proteger a este grupo poblacional (mayores de 65 años), que ha sido uno de los más afectados desde el inicio de la crisis sanitaria. En razón de ellos es que en agosto el Comité Asesor en Vacunas e Inmunizaciones (Cavei) le recomendó al Minsal la idea de incorporar la vacuna de Covid-19 al Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI).
Y así fue. La vacunación se sumó como una medida permanente de salud pública en Chile, similar a otras vacunas como la de la influenza o la del sarampión, con los mismos grupos objetivos: personas de 60 años y más, embarazadas, personas con patologías crónicas entre 6 meses y 59 años, 11 meses y 29 días de edad, trabajadores de la salud y cuidadores de adultos mayores y fincionarios de Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (Eleam).
Y acá está la primera razón por la que el Covid-19 sigue siendo el origen de la muerte de personas en el país: las bajas cifras de inmunización. La cobertura de la población objetivo fija una cifra de 6.566.015 personas que debiensen vacunarse sí o sí, pero hasta el miércoles recién pasado sólo había un avance de 6,5%, es decir se habían inmunizado 426.825 personas.
“El proceso de vacunación está bajísimo. En todo el grupo objetivo creo que vamos cerca del 5 o 6% (...). Las vacunas fueron eficaces para cortar el brote pandémico y eso es un hecho y todos lo vemos, hoy no son estos miles y miles de casos que veíamos. Pero la enfermedad que cursaba como un gran brote pandémico es hoy en día una enfermedad común. Está presente en nuestro país y de tipo endémica, que permanece y se van reportando casos”, dice Ugarte.
Y añade: “Los adultos mayores de 65 años no han recibido la vacuna. Por lo tanto, hay un fenómeno que se le describe en general como inmunosenescencia, que es una atenuación de la respuesta inmune frente a cuadros infecciosos y otras enfermedades como el cáncer. Y cuando la persona va pasando los meses y años desde que recibieron el último booster o refuerzo de vacuna, la cantidad de anticuerpos que genera van siendo menores. Además, estas personas pueden presentar alguna comorbilidad que favorece la infección”.
Esta afirmación es compartida por el exministro de Salud y director médico de Clínica MEDS, Enrique Paris, quien añade que “normalmente están falleciendo personas que no tiene anticuerpos suficientes. Pueden ser personas que no se han vacunado o que se vacunaron hace mucho tiempo; adultos mayores con inmunosenescencia y personas que tienen enfermedades crónicas que complican el Covid”.
¿Cómo mejorar y evitar las muertes?
Frente a la lentitud del proceso de inoculación, Daza sostiene que “aquí hay varios elementos. Uno es la fatiga pandémica, pero por otro lado no ha habido la suficiente información ni comunicación de la importancia que es la campaña de vacunación contra el Covid”.
“Hoy día tenemos una campaña de vacunación contra la influenza que ha ido avanzando y las personas se vacunan contra la influenza, pero en forma paralela tenemos una campaña de vacunación que es anual contra el Covid. Y es muy importante que así como se comunica la campaña de vacunación de influenza, se comunique que las personas cuando van a vacunarse contra la influenza, se vacunen contra el Covid. Entonces, es muy importante la comunicación, la educación y también la disponibilidad por parte de la atención primaria”, añade.
Para el doctor Paris “hay que hacer un campaña de comunicación de riesgo muy fuerte para vacunarse. ¿Por qué? Protege y evita caer en la unidad de cuidados intensivos; protege y evita la muerte. No evita la infección, sin embargo evita males mayores y eso hay que prevenir”.
El exministro agrega que semana a semana se está encontrando un aumento porcentual de los casos positivos que se detectan al hacerse exámenes. “Para la semana 11, por ejemplo, la cantidad de casos positivos fue del 34,3% de todos los exámenes realizados para detectar virus (respiratorios). Y en esta semana que acaba de terminar, en la semana 12, ya los casos aumentaron a un 44% de casos positivos en aquellos sujetos que se hicieron exámenes para determinar la presencia de virus. Es decir, semana a semana estamos viendo un aumento aproximado del 10% de casos positivos cuando uno hace exámenes para encontrar virus en las muestras que se toman. Y como ya dije antes, predomina el Sars-CoV-2 o coronavirus y le sigue influenza A, que sumado a influenza B alcanzan a una proporción bastante importante”.
Ugarte, en tanto, sostiene que “aparte del mensaje comunicacional que debiese entregar el gobierno (para incentivar el proceso de vacunación), la mayor parte de las enfermedades por virus respiratorio pueden pasar confundidas con un cuadro de un resfrío común en sus casos más leves, al menos inicialmente. Y solo los casos más graves tienen una evolución más característica y que se llega a sospechar de que se trata de una enfermedad Covid o una influenza grave”.
“La comunicación es fundamental, la educación es fundamental”, dice Daza. Y prosigue: “Lo otro es tener estrategias focalizadas, salir a vacunar fuera del área de los sistemas de salud. Levantar móviles de salud, llevar los móviles donde están las personas mayores, por ejemplo. Los días que las personas van a buscar su pensión, no es cierto, poner un móvil en el BancoEstado, en distintos lugares. Hay que levantar estrategias nacionales, pero también focalizadas en aquellos grupos donde sabemos que las personas tienen que vacunarse”.