A pocas horas de conocerse la resolución del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) que mantiene congelada la licitación del Transantiago, lo que impediría que se cierre el proceso antes del fin del actual gobierno, las empresas postulantes manifestaron su preocupación por el incierto futuro del concurso.
Una de las firmas internacionales que entregó su propuesta para ser incluida en el "nuevo Transantiago", fue Tower Transit, empresa británica con presencia en Europa, Asia y Oceanía. Luis Zavala, gerente de Recursos Humanos de la firma, señaló que "nuestro grupo participa en licitaciones constantemente en diversos países y esto no lo habíamos visto antes. Se decidió venir a Chile entre otras razones por la imagen de seriedad que proyecta el país y este ha sido un duro revés que tendremos que asimilar".
Zavala agregó que "esta situación lógicamente nos afecta en varios aspectos. Hemos actuado con total seriedad y compromiso. Nos instalamos como empresa en mayo pasado, con equipo local más refuerzos internacionales".
De todas formas, añadió que aún no pierde las esperanzas de que se puede revertir la decisión del tribunal. "El actual escenario es complejo, pues aunque el Ministerio de Transportes y el CDE tienen recursos por presentar para revertir la mantención de la medida precautoria, los tiempos se han estrechado bastante. No obstante, mantenemos la confianza en que esto se pueda resolver", dijo.
Diego Muñoz, gerente de Operaciones y Estudios de STP, una de las firmas mejor evaluadas del sistema y postulante nacional al proceso de licitación, señaló que es una mala noticia debido al trabajo y tiempo que han invertido en desarrollar la postulación y que además se perjudicará el sistema al continuar con operadores mal evaluados.
"Se tendrán que extender los contratos de los actuales operadores por 18 meses. Y eso se negocia entre cuatro paredes, porque se abordan las condiciones de operación. Entonces, es absolutamente no competitivo", afirmó.
Muñoz añadió que "además, el problema de extender los contratos es que todos saben que hay operadores que tienen resultados bastante deficientes en los índices de calidad de servicio, y por lo demás son operadores que son bastante caros para el Estado".
Respecto a las aprensiones de los postulantes y la incertidumbre sobre el futuro del proceso, Juan Carlos González, gerente de Fundación Transurbano, afirmó que "ellos aceptan participar en un modelo de concurso donde es posible que la licitación se declare desierta o se suspenda definitivamente, y por lo tanto en el momento en que ellos aceptan esa condición hoy día no tienen ninguna posibilidad de reclamar, porque las bases son clarísimas".
En cuanto a los cambios pendientes que podría dejar la postergación del proceso, González le quitó dramatismo y afirmó que "la ley le da al ministerio todas las herramientas para asumir una situación de transición, de hecho la renovación de flota no está asociada a la renovación de contrato, está asociada a la vida útil de los buses. El mejor ejemplo de eso es la empresa Subus, que no estaba en la licitación y el 2018 tiene que renovar más de 500 buses simplemente porque cumplen su millón de kilómetros comerciales o 12 años de antigüedad, por eso el impacto para el usuario va a ser mínimo".