A la pena de presidio perpetuo simple fue condenado este martes uno de los dos hermanos que protagonizaron un robo con homicidio, en junio del año pasado, y que dejó como víctima fatal a un adolescente de 17 años en la ciudad de Talca.
Durante la jornada, los magistrados del Tribunal Oral en lo Penal de la referida ciudad dieron a conocer la sentencia en contra de un sujeto de 18 años, quien además de la pena privativa de libertad, deberá pagar una indemnización de $50 millones a la familia afectada, habiendo los jueces reconocido la circunstancia agravante de haber matado a un menor de edad.
Asimismo, el otro imputado, de 16 años, deberá cumplir con cinco años en internación provisoria en régimen cerrado, y sometido a un programa de reinserción social.
Según la acusación que presentó el Ministerio Público, los hechos acontecieron el pasado 3 de junio, cuando la víctima identificada como Benjamín Vicente López Corral, apodado “Vichito”, se encontraba esperando a su hermana en la intersección de la Avenida Colín con calle 29 sur, para luego dirigirse hacia Curicó.
Fue en ese momento en que ambos hermanos acusados se acercaron y lo conminaron a entregar sus pertenencias, como su celular y una mochila, a lo cual el afectado se opuso. Ante ello, ambos individuos le propinaron diversos golpes en su cuerpo, hasta que la víctima quedó tendida en el suelo, momento en que uno de ellos le asestó una puñalada con un cuchillo, provocándole la muerte en el lugar.
Tras la declaración de al menos treinta testigos y la presentación de pruebas documentales y periciales, el Tribunal emitió su veredicto condenatorio respecto de los imputados.
Al respecto, el fiscal jefe de Talca, Héctor de la Fuente, manifestó que “es una sentencia que hace justicia en el sentido es que es la mayor sanción posible, de acuerdo a la legislación a las personas que han cometido este delito. Para el adulto, la pena de presidio perpetuo simple, que significa que no va a poder gozar de ningún beneficio penitenciario, hasta que no haya cumplido 20 años de condena efectiva”.
En relación con la pena que recibió el acusado adolescente, el persecutor enfatizó que ésta se explica porque el imputado, al momento de perpetrar el ilícito, tenía 15 años, por lo que “no se le puede imponer una pena superior a los 5 años de privación de libertad en la modalidad de internación de régimen cerrado y con programa de reinserción social”.
“Si hubiera tenido más de 16 años, la pena hubiera sido absolutamente distinta. Creemos que hemos tenido una sentencia que no solamente condigna con el esfuerzo investigativo desarrollado por la Brigada de Homicidios de la PDI y la Fiscalía, si no que hace justicia a los parientes aclamaron durante meses por justicia. Los tribunales han oído y han dictado sentencia ejemplar”, cerró.