Préstamos “gota a gota”: PDI detiene a organización con redes en Colombia y Brasil

Formalizacion a red de prostitucion
Diecisiete personas fueron detenidas: 12 son de nacionalidad colombiana y cinco son chilenos. Foto: Francisco Saavedra / Agencia Uno.

Se detuvo a 17 personas, a quienes se les imputarán delitos de usura, amenazas, lavado de dinero y asociación ilícita. Líder de la banda planificó y financió desde Chile un homicidio por sicariato ocurrido este año en Bogotá.


Fue en 2018 cuando el sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos de la Fiscalía de Los Lagos detectó las primeras sospechas. Estas se remontaban a un ciudadano colombiano que se dedicaba a prestar dinero informalmente en Puerto Varas. Lo que partió como un caso puntual, luego derivó en la “Operación Banco Colombia”, que movilizó a más de 100 detectives.

Dos años duró la investigación y el martes pasado, a las siete de la mañana, la PDI inició un operativo en siete ciudades -desde Los Ángeles hasta Castro-, el cual terminó con la detención de 17 personas, de las cuales 12 son de nacionalidad colombiana y cinco son chilenos. Su captura logró desbaratar una organización criminal transnacional que tenía ramificaciones que pasaban por el sur de Chile y el extranjero. Hoy serán formalizados por la fiscalía y se les imputarán delitos de usura, amenazas, captación de dinero del público, lavado de dinero y asociación ilícita.

La organización consistía en una cúpula que era liderada por Mauricio Quintero (40). En un segundo nivel estaban su señora y su hija, quienes lo ayudaban a administrar el sistema de préstamos informales, conocido como “gota a gota”. En un tercer nivel venían tres brazos operativos -su hermano, primo y cuñado-, quienes funcionaban como jefes de zona en Los Ángeles, Puerto Montt y Castro. En la parte inferior de la empresa estaban los prestamistas y testaferros. El giro de la organización era simple: recorrían ciudades y pueblos ofreciendo préstamos a las personas usando apodos. Quienes pedían prestado dinero debían pagar con cuotas diarias y con una tasa de interés superior al máximo permitido por ley. Para los morosos, se recurría a las amenazas.

Los imputados, además, trabajaban con sociedades pantalla con las cuales lavaban el dinero que obtenían de manera ilícita. Esto lo hacían a través de una tienda de ropa femenina y una barbería en Valdivia. Luego el dinero lo movían usando testaferros chilenos y también lo sacaban fuera de Chile. En dos años de indagatoria, la PDI calcula que se realizaron al menos 10 mil transacciones. “Existen evidentes pruebas de que los sujetos a través de varias personas comenzaron a enviar platas a Colombia y a otros países”, dice el subcomisario de la Brigada Antinarcóticos y de Crimen Organizado de Puerto Montt, Sergio Castro.

Con la detención se incautaron 12 autos de alta gama, avaluados en más de $ 100 millones, $ 20 millones en efectivo, $ 18 millones en celulares, joyas y cientos de documentos.

Redes en Brasil y Colombia

El director general de la PDI, Héctor Espinosa, comenta que la investigación que llevan junto con la fiscalía apunta a las conexiones con otros países: “Se están gestionando las coordinaciones del caso, con el fin de indagar delitos conectados a estos sujetos en países como Brasil y Colombia, tanto en casos relacionados con el lavado de activos como con un homicidio cometido en Bogotá por encargo del líder de este grupo”. A su vez, se investigan sicariatos en el sur del país y que estarían vinculados con el líder de la organización.

Espinosa comenta la magnitud de este caso: “Es uno de los grupos más extensos que hemos detectado en el último tiempo en Chile, pues operaba desde el Biobío hasta Chiloé y tenía ramificaciones en otros países”.

La fiscal regional de Los Lagos, Carmen Gloria Wittwer, comenta que se trata de un fenómeno delictual “completamente novedoso”, que se logró detectar, en parte, gracias a la cooperación internacional, y destaca la relevancia de este caso.

“Tiene una importancia social muy grande, porque el delito de usura es un ilícito que afecta claramente a las personas más vulnerables de la sociedad, gente que no puede acceder a créditos en el sistema financiero, por lo que no tienen otra salida más que pedir dinero a estas personas que luego se aprovechan de esa condición”, dice Wittwer.

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