Principal canil de perros callejeros en Valparaíso advierte eventual cierre
La Sociedad Protectora "Carlos Puelma Besa" acoge a más de 500 animales y funciona solamente con el aporte de socios. El tema es complejo en la ciudad-puerto.
El problema de los perros callejeros en Valparaíso parece no tener solución. Tras ser atacado por dos canes en la Plaza Aníbal Pinto, el abogado Rodrigo Díaz Yubero presentó la semana pasada un recurso de protección contra la Seremi de Salud y el municipio porteño.
En el escrito acusa que la omisión de las autoridades vulnera el derecho constitucional a la vida y la integridad física y psíquica de las personas. Por tanto, solicita a la Corte de Apelaciones que les ordene "retirar los perros vagos que circulan por la comuna".
Al presentar el recurso, el jurista, además, dio cuenta de otro hecho que no se conocía. La mordedura que sufrió el cabo de Carabineros Rolando Piña el 2 de septiembre. "Al efectuar el despeje del sector Plaza Aníbal Pinto de los comerciantes ambulantes (…), uno de estos animales se abalanzó al cabo, mordiéndolo en la pierna izquierda", ratificó la prefectura.
En abril de 2018, la municipalidad -que no cuenta con un canil propio- dejó de trasladar animales a la Sociedad Protectora "Carlos Puelma Besa", ubicada en Laguna Verde, 12 km al sur de Valparaíso. En la misma fecha también limitó su aporte mensual de $ 600 mil y disminuyó el apoyo para agua potable. La presidenta de la entidad, Marina González Becker (79), desconoce el motivo. El municipio declinó referirse al tema.
250 socios
Desde entonces, González, doctora en Filología de la Universidad de Chile y exacadémica de la U. Católica de Valparaíso (PUCV), sostiene con recursos propios y el aporte de 250 socios el centro que alberga a más de 500 perros y 30 gatos.
Su funcionamiento tiene un costo mensual de $ 8 millones. "Si no logramos ayuda económica, el canil va a desaparecer", advierte.
Legislación
La Ley de Tenencia Responsable de Animales de Compañía, también conocida como la Ley Cholito, establece que "las municipalidades estarán facultadas para rescatar a todo animal que no tenga identificación (…) y reubicarlo al cuidado de alguna persona u organización que asuma su tenencia responsable. Para esto, la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) podrá proveer los recursos necesarios para que las municipalidades puedan realizar estas acciones por sí mismas".
Con el aporte de la Subdere, el municipio ha realizado "cinco mil esterilizaciones con inserción de microchip, jornadas de educación en tenencia responsable, servicios de emergencia veterinaria (para animales sin dueño) y desparasitaciones en juntas de vecinos", señaló el alcalde Jorge Sharp.
Hace poco, también concluyó un plan de vacunación antirrábica para toda la población canina.
Sin embargo, la Subdere no contempla recursos para el canil. Por eso, González Becker busca nuevas vías de financiamiento, por ejemplo, en el mundo privado. Entre 2015 y 2016, la Empresa Portuaria de Valparaíso apoyó la labor del canil con $ 300 mil mensuales. Consultada, la estatal dijo que "las puertas siempre estarán abiertas para repetir y prolongar esta experiencia de apoyo junto a esa institución".
El tema es que de desaparecer este canil, Valparaíso tendrá solo otros dos, más pequeños y privados.
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