A seis meses de los incendios forestales que afectaron a Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana durante febrero y que dejaron un saldo de 135 fallecidos y más de 8 mil viviendas dañados, este miércoles Desafío Levantemos Chile inaugurará las primeras tres viviendas definitivas “y de alto estándar” en la comunidad de Canal Beagle, Viña del Mar.
Esas casas son, al mismo tiempo, las primeras soluciones permanentes entregadas por cualquier tipo de institución -pública o privada- específicamente en el territorio más afectado por el fuego y que no implica el traslado a otras zonas de las familias damnificadas.
El hito se enmarca en un proyecto liderado por la fundación que, con el apoyo de distintas personas, empresas e instituciones privadas, tras la emergencia logró la recaudación de cerca de $ 11 mil millones de pesos, de los cuales un porcentaje se destinó para la reconstrucción de 73 viviendas en una de las zonas más azotadas por el siniestro y que albergaba principalmente a comunidad adulto mayor.
“El desafío fue reconstruir sobre lo que había, no tener que demolerlo todo, y ahí nos tuvimos que asociar con expertos. Trabajamos con especialistas de la Universidad de Valparaíso para revocar algunas órdenes de demolición que había en algunas viviendas y una vez con esos permisos en mano y con todos los análisis técnicos, se pudo empezar a trabajar en el proyecto diseñando los planos y llamando a licitación con las constructoras”, explica el director ejecutivo de la Desafío Levantemos Chile, Ignacio Serrano.
Así se llegó a un trabajo que tiene como resultado que durante la jornada de este miércoles se vayan a entregar tres casas ubicadas en el Pasaje Trinidad del sector, cada una de aproximadamente 50 metros cuadrados y dos niveles, completamente equipadas. El primer piso tiene espacio para cocina, sala de estar, living, comedor y un dormitorio, y en la segunda planta se ubican un baño y dos dormitorios.
Asimismo, cada vivienda se caracteriza por ser de alto estándar al encontrarse reforzadas en sus pilares, muros de albañilería y muros medianeros, todos revisados por una empresa especialista en ingeniería y cálculos estructurales. Según Serrano, el techo también cuenta con cortafuegos, “algo que no había antes y, de haber existido, quizá la historia habría sido distinta en ese sector”. Todas, además, cuentan con ventanas de termopanel de doble vidriado hermético.
Marlene Mol (64) es una de las beneficiadas. Tras más de cuatro décadas en la zona la vivienda que compartía con su familia quedó destruida tras los incendios. En un comienzo, dice, empezó la reconstrucción por sus propios medios, hasta que la fundación se acercó y propuso una solución habitacional a los afectados que estuviesen de acuerdo.
“La gente de acá está agradecida, porque son viviendas mejores a las de un comienzo, de un material sólido y seguro. Este piloto le da esperanza a la población que se está levantando”, menciona Mol.
El proyecto, además, incluye apoyo económico a través de tarjetas para ocho familias de viviendas aledañas del sector, las que decidieron autorreconstruir sus hogares. El resto de las viviendas deberían entregarse en noviembre próximo.
Pero ¿y qué pasa con las viviendas definitivas que por otra vereda asumió el gobierno? Según datos entregados por el gerente para la reconstrucción, Patricio Coronado a La Tercera, del catastro de 3.590 viviendas afectadas se han entregado 224 subsidios a familias para distintas soluciones habitacionales, como construcción en sitio propio o autoconstrucción asistida, entre otros.
En el sector de Manuel Bustos, en tanto, dice que se avanza en la construcción de viviendas industrializadas, las que ya presentan un 80% de avance. A su vez, se espera que en Villa Alemana arranquen en septiembre las obras de este tipo de soluciones habitacionales.
Conocedores de la materia sostienen que entre las razones que explicarían la demora por parte del gobierno en la construcción de viviendas en las zonas afectadas, esto respondería primero a la magnitud de viviendas por reconstruir, seguido de la dificultad para levantar estas en los terrenos afectados, pues muchos son de difícil acceso para la instalación de material, además de la burocracia a la que están sometidos los ministerios para la planificación y construcción de proyectos habitacionales.
“Sabemos que la vivienda es la necesidad más sentida para las y los damnificados, y en ese contexto, el Minvu ha ido acortando los tiempos de respuesta, pero siempre de manera responsable, considerando las complejidades de estos procesos que están condicionados por factores externos como las características del suelo y las particularidades de cada terreno”, dice al respecto Coronado.
Desde Desafío coinciden en que el gobierno se ha apoyado en instituciones y organizaciones para avanzar en la reconstrucción: “Sí creo que es importante que se presente un plan a la comunidad y tener pronto, por lo menos, plazos de cuándo podrían venir entregas de vivienda u otros planes como beneficios para la autoconstrucción. Nosotros tenemos la ventaja de la independencia y de la agilidad para movernos y determinar dónde vamos a ir a ayudar y un poco también las características de esta ayuda. Pero es algo que pasa en cada una de las emergencias”, cierra Serrano.
A sabiendas de esto y con la presión que el Presidente Gabriel Boric impuso, desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el Ministerio de Desarrollo Social (Midesof) se abrieron a otras alternativas, lo que llevó a revisar el stock de viviendas de otros proyectos de integración social para dar respuesta inmediata, pero trasladando a las familias afectadas. A la fecha, a través de la Adquisición de Vivienda Construida, 19 familias han recibido viviendas y se mudaron a Limache, Casablanca y Curauma.
“La vivienda es un derecho y creemos que cuando se vive una desgracia como la que se vivió aquí, el Estado tiene que responder a las personas que reúnen ciertas condiciones. Tiene que responder y eso estamos haciendo. Quisiéramos hacerlo mucho más rápido para toda la familia, pero reconstruir es un proceso que tiene su tiempo”, decía el día de la entrega de las primeras de estas viviendas Carlos Montes, titular del Minvu.
Esta, en todo caso, no es la única solución alternativa. La misma cartera de Vivienda está trabajando en la recuperación de los barrios “con la asignación de 9 mil millones de pesos para seis sectores afectados de Viña del Mar y Quilpué, en los que comenzará un trabajo de acompañamiento social dentro del Programa Quiero Mi Barrio”, según explica el gerente para la reconstrucción.