Sorpresa causó entre los vecinos del sector del Aguilucho, en Providencia, la presencia de personal del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), quienes llegaron hasta el lugar por el avistamiento de la denominada mosca de la fruta.
Se trataba de tres ejemplares encontrados en las calles José Benavente y Chile España. Esto motivó un amplio operativo que trabajará en el perímetro del lugar de manera sistemática por varios meses. La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, explicó que la campaña para erradicar el insecto "va a costar por lo menos $ 700 millones, y durará hasta fines de octubre".
En la misma línea, la autoridad comunal hizo un llamado a los vecinos a no traer vegetales de otros países: "Cuando viajen, o si vienen parientes a visitarlos, por favor díganles que no traigan nada vegetal, porque el daño que pueden hacer a la agricultura y a nuestro país es brutal", sostuvo.
Entre las recomendaciones también está no enviar la fruta de sus propios árboles a los niños como colación al colegio, ni regalar el alimento a terceros.
Al tratarse de un insecto, la mosca puede ser hallada en tres estados: en forma de larva, como pupa, o finalmente en su fase adulta.
Oscar Concha, director regional del SAG metropolitano, explicó que el tratamiento que harán para evitar que se disemine la presencia de la plaga consiste en "bajar toda la fruta que haya en un área de 100 metros. Adicionalmente, haremos un tratamiento en el suelo, donde picaremos y aplicaremos plaguicida para eliminar las pupas".
En los árboles de las calles se aplicará un producto de origen orgánico que, según Concha, "atrae a los ejemplares adultos y los deja pegados allí".
Además, las muestras de la fruta que fueron recogidas este viernes serán analizadas por el servicio. También, personal del SAG evaluará continuamente cómo evoluciona la campaña.
Finalmente, el director del servicio señaló que, pese al hallazgo de estos tres ejemplares, "Chile continúa manteniendo su condición de país libre de la mosca de la fruta, eso no está en cuestión. Esto solo afecta un área que estará en cuarentena".
Gilda Chiuminatto, una de las residentes del sector que abrió las puertas de su casa al personal del SAG, contó que en su propiedad mantenía árboles de durazno, ciruela y damasco; toda la fruta de estos fue retirada.
Pese a ello, Chiuminatto valoró la labor del servicio. "Si yo pierdo un durazno o un damasco no es algo grave. Pero si no permitimos que el personal del SAG haga su labor esto podría ser mucho peor y afectar el trabajo de muchos chilenos".
Así mismo, sostuvo que probablemente las personas que ingresan al país de manera ilegal "no dimensionan el daño que pueden causar". Y agregó que "debería aumentarse la fiscalización a los buses que ingresan al país por la zona norte".