Este martes, el Senado aprobó el informe final de la comisión mixta sobre la Ley Antiterrorista y despachó la iniciativa a la Cámara.

Y el proyecto avanzó incluyendo el uso de una herramienta para rastrear e interceptar metadatos de dispositivos celulares conocida como IMSI Catcher y que se transformó en uno de los principales nudos de la iniciativa discutidos en la mixta, ya que desde el oficialismo critican que se trata de una “herramienta de espionaje a la ciudadanía en general”.

La utilización de esta tecnología fue rechazada en la comisión por las diputadas oficialistas Lorena Fries (FA) y Alejandra Placencia (PC). Esta última, incluso, puso sobre la mesa la posibilidad de recurrir al Tribunal Constitucional (TC) por esta norma.

¿Qué es el IMSI Catcher?

De acuerdo con el sitio del proyecto Fade (Fake Antenna Detection project), iniciativa de la organización South Lighthouse –dedicada a investigar tecnologías al servicio de los derechos humanos- el IMSI (International Mobile Subscriber Identity o Identidad Internacional del Abonado Móvil) es un código que viene dentro de la SIM card de los teléfonos celulares.

Se trata de un número único en el mundo que se almacena en un chip especial de la tarjeta SIM. Se asigna a cada usuario de una red móvil y, por tanto, es crucial para la autenticación: si un dispositivo intenta establecer una conexión con la red móvil, el operador de red móvil utiliza la IMSI para permitir una identificación única.

Así, señalan desde el proyecto Fade, “un IMSI Catcher podría definirse como un dispositivo que imita las características de una torre o antena celular para engañar a tú teléfono haciéndole creer que es normal y así conectarse a él, dando al IMSI Catcher toda la información relacionada con el dispositivo y tus comunicaciones. Un IMSI Catcher se puede utilizar para recopilar códigos IMSI de un área en particular o para negar el servicio a los usuarios en teléfonos celulares”.

Así, esta herramienta permite interceptar metadatos de la ubicación de un teléfono celular en una amplia extensión de terreno, incluyendo no solo a quien se pretende investigar, sino que todos quienes están a su alrededor.

En tanto, desde Fundación Karisma, organización civil para la protección de los derechos humnos en el uso de las tecnologáis digitales, destacan que “con los dispositivos más sofisticados se puede recopilar códigos IMSI de un área en particular. Básicamente, el IMSI Catcher se para entre tu teléfono y la antena, por esto, si envías un mensaje que no está encriptado o haces una llamada, el sistema va a interceptar la comunicación, o, incluso podría modificarla”, advierten.

Explican que “con los IMSI Catcher no pueden interceptar contenidos cifrados como los mensajes de WhatsApp o Signal, pero pueden obtener los metadatos asociados a estas comunicaciones como la hora, la fecha, o la IP de los teléfonos”.

Vigilancia masiva

Desde la Fundación Karisma critican que este tipo de herramientas se consideran de vigilancia masiva.

“Los IMSI pueden realizar vigilancia masiva estatal porque al recoger datos de equipos en un área determinada no discriminan en contra de quién están dirigidas. Mediante el número IMSI y consultando la base de datos de registro de celulares, que tiene el Estado, pueden identificar a las personas titulares de las tarjetas e inferir quiénes estuvieron en un lugar y momento específico”, sostienen.

Agregan que “a través de un IMSI Catcher se puede recoger mucha más información de la que puede estar justificada por un fin legítimo como por ejemplo la información sobre el contenido de las comunicaciones e información sobre con quién se comunican las personas. Es decir, en algunos casos estos dispositivos pueden utilizarse como tecnologías de interceptación”.