Quiebre en Gendarmería: subdirector operativo renuncia y acusa a director nacional de entregar información “distorsionada y acomodaticia” a Justicia
Tras confirmarse su renuncia al cargo en medio de una denuncia por irregularidades en el traslado de dos internos de Santiago 1, Víctor Provoste envió una carta al director Sebastián Urra asegurando que éste carece del liderazgo necesario para llevar adelante a la institución.
Hasta la tarde de ayer martes era un secreto a voces que en el Alto Mando de Gendarmería las cosas no marchaban del todo bien y que había una serie de tensiones. Sin embargo, parte de esa situación quedó en evidencia luego de que se conociera que se había solicitado la renuncia al subdirector operativo Víctor Provoste.
Por medio de un comunicado, a eso de las 15.25 horas, desde la unidad de comunicaciones de la entidad encabezada por Sebastián Urra se informó que la decisión respondía a una “eventual reubicación de dos personas privadas de libertad, en el Centro de Detención Preventiva Santiago I, no ajustada al procedimiento establecido”, y que debido a aquello se había iniciado un sumario administrativo y enviado los antecedentes al Ministerio Público.
No se entregaron mayores antecedentes, aunque durante la tarde, a las 19.15 horas, Provoste envió formalmente su carta de renuncia y dirigió sus dardos contra el mandamás de la institución, que dependen del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
“Vengo en formalizar mi renuncia por escrito, la cual fue presentada verbalmente a partir del día de ayer (lunes). En primer término y atendido que siempre he asumido mis aciertos y fracasos con dignidad, en esta ocasión no será la excepción. Lamento profundamente que, pese a lo anterior, usted no haya tenido la mínima deferencia de notificarme acerca de la injusta investigación de carácter secreta dispuesta en mi contra, de la cual demostraré mi inocencia en caso de existir cargos en mi contra”, se lee en primer término en el escrito de dos carillas al cual tuvo acceso La Tercera y que tenía como primer remitente a Sebastián Urra.
Y continuó: “Al interior de Gendarmería, eran conocidas las enormes diferencias respecto de la mirada con que proyectábamos a la institución. Sin embargo, estas mismas diferencias jamás me apartaron de los objetivos institucionales abocándome en todo momento al trabajo netamente penitenciario y a tratar de contribuir a la tarea encomendada. Durante este período en que desempeñé el cargo, gran parte de la Oficialidad, personal de la planta de Suboficiales y Gendarmes, nuestro personal civil, así como también nuestras autoridades ministeriales son testigos de aquello, por lo que puedo decir que me retiro con un enorme sentido de agradecimiento hacia cada uno de ellos”.
Eso, en todo caso, no lo hizo extensivo a Urra, pues lo acusó directamente de entregar información “distorsionada y acomodaticia” a las autoridades ministeriales.
“De su parte nunca encontré reciprocidad y mucho menos conceptos como la lealtad, este mismo desempeño que ha marcado el principal sello de su administración también ha traspasado las barreras de la institución y a la hora de relacionarse con nuestras autoridades ministeriales, la información solicitada ha sido entregada por su parte de manera distorsionada y acomodaticia”, agregó en la misiva, que también fue enviada a las casillas del jefe de gabinete del director nacional, al ministro Luis Cordero y al subsecretario Jaime Gajardo.
“Nuestras diferencias”
En el mismo escrito, Provoste enumeró ocho diferencias que mantenía con Urra respecto del manejo institucional, y que a juicio de él deben ser abordadas por la autoridad para “garantizar la sobrevivencia institucional de Gendarmería y de la Seguridad Nacional”.
- “La Subdirección Operativa nunca hubo un equipo de trabajo conformado por quien suscribe, todas y cada una de las Jefaturas de departamentos y subdepartamentos, fueron impuestas por Ud., inclusive con oficiales que usted sabe de sobra que no cumplían con las condiciones de idoneidad y competencias necesarias, quienes fueron dotados de privilegios que otros no podrían alcanzar”.
- “Se encuentra en conocimiento de que hubo un desmantelamiento de las dependencias de las cabañas de Llolleo, administradas por el Servicio de Bienestar Social y Calidad de Vida, lo que le fue denunciado personalmente, sobre lo que se dispuso un Sumario Administrativo que no presenta avances, que se omitió la denuncia al Ministerio Público y que hasta la fecha se desconoce el destino de esos bienes fiscales”.
- “Frente a las malas decisiones adoptadas por usted, a pesar de haber advertido de las posibles repercusiones y como consecuencia de las movilizaciones lideradas por parte de algunas organizaciones gremiales, debí ser yo quien hidalgamente debió hacerse cargo ante su inactividad”.
- “Este servidor siempre tuvo un rol colaborativo y de asesoría hacia usted y el ministerio, sin embargo, las medidas iban en contrario y las consecuencias eran mediáticas y operativas”.
- “En cuanto a los sumarios internos, estos se instruyen selectivamente y en pocas ocasiones llegan a puerto. Con excepción de aquellos que tienen un interés personal de quien es hoy la cabeza institucional. Y en los que sí debió haberse actuado con severidad y celeridad han quedado en un letargo injustificado esperando su prescripción”.
- “Con la responsabilidad que me ha caracterizado en estos más de 33 años al interior de la institución, puedo señalar que no existe autonomía de los Fiscales administrativos por cuanto todos ellos, deben someterse a su voluntad excepto aquellos a cargo de sumarios de menor relevancia dispuestos por las autoridades regionales”.
- “Deseo señalar con bastante preocupación, que dado el conocimiento que he adquirido desde que asumí el cargo de Subdirector Operativo de Gendarmería de Chile, durante el mandato de esta administración, basado en distintas pruebas y evidencias, que su conducción como Director Nacional de la institución carece del liderazgo mínimo para conducir los destinos de esta, mucho menos para enfrentar el fenómeno de crecientes hechos de corrupción de la que hemos sido objeto. Mucho menos su mando puede encaminar a Gendarmería a minimizar el avance del crimen organizado, en consecuencia, es altamente probable que la institución siga cayendo en manos de estas amenazas por las características descritas precedentemente, lo que podría implicar altos costos para nuestro principal recurso, nuestros funcionarios/as”.
- “Finalmente, su ausencia de un liderazgo ético y falta de competencias específicas, han contribuido al debilitamiento institucional ante un manejo torcido, traslados injustificados de funcionarios y distintas jefaturas operativas a perdición de algunos gremios, que han minado la mística y el compromiso institucional con la gestión y transparencia pública.”.
Así las cosas, Provoste reiteró que siempre vistió con orgullo el uniforme que los caracteriza y que en todo momento cumplió, a su juicio, “los altos deberes que nuestra misión conlleva”.
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