Johan Pérez, un ovallino de 40 años, apodado “El Talento”, es sindicado como uno de los líderes de una organización dedicada al cultivo y la distribución de drogas.
El 26 de agosto la Policía de Investigaciones (PDI) en coordinación con la Fiscalía de Análisis Criminal y Focos Investigativos de Coquimbo, concretaron la detención de una veintena de personas en Ovalle. Se intervinieron 28 domicilios, incautando más de 1.600 kilos de cannabis, armas, municiones, vehículos, más de $283 millones de pesos y 4.500 dólares de dinero en efectivo.
En ese sentido, el 29 de agosto, el Juzgado de Garantía de Ovalle dejó sujetos a la medida cautelar de prisión preventiva a 23 imputados por el Ministerio Público como autores de los delitos de asociación ilícita para el tráfico de drogas y el lavado de activos, tráfico ilícito de drogas y lavado de activos, por una serie de ilícitos que la banda venía perpetrando desde 2019, en la comuna.
En la audiencia, el magistrado Luis Muñoz Caamaño no dio a lugar a la necesidad de cautela por peligro para la seguridad de la sociedad que esgrimió la Fiscalía Regional de Coquimbo y decretó la prisión preventiva por peligro de fuga, fijando una caución de $2.000.000 a cada imputado, tras rechazar la apelación verbal del persecutor.
Los imputados, incluido Pérez, pagaron los más de 40 millones y quedaron en libertad.
Su incursión en el humor
“El Talento” tuvo una carrera como humorista, llegando a aparecer en distintos programas de televisión entre los años 2012 y 2014, sin embargo, no logró un éxito mayor en este rubro.
En la actualidad, según la investigación, Pérez corresponde a un productor y vendedor de marihuana, llegando a tener grandes plantaciones con miles de plantas a su haber.
No obstante, este negocio ilícito lo escondía detrás de una fachada de un growshop, importando semillas de cannabis desde el extranjero para su comercialización en dicha tienda. Aunque es legal importar semillas de marihuana, se requiere contar con una autorización especial del SAG, lo cual Pérez no cumplía, pasándolas por contrabando y evadiendo el control de Aduanas.
El objetivo final de esta acción era la importación y distribución de las semillas en sitios donde plantaban la cannabis en los alrededores de Ovalle, como Punitaqui, Campanario y Monte Patria, permitiendo así la expansión del negocio de venta de marihuana.