Quién es Pablo Muñoz Hoffman, el protagonista de la “fuga del siglo” capturado en Bolivia tras 28 años prófugo

Pablo Muñoz Hoffman
Pablo Muñoz Hoffman.

Pablo Muñoz Hoffman era el único de los cuatro exmiembros del FPMR que continuaba prófugo tras fugarse en un helicóptero de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago (CAS), en 1996. Sobre él pesa una sentencia de presidio perpetuo por el asesinato de Jaime Guzmán.


Este lunes fue capturado en la ciudad de La Paz, Bolivia, Pablo Muñoz Hoffman, el último de los cuatro exmiembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que continuaba prófugo tras protagonizar una cinematográfica fuga desde la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago (CAS), a bordo de un helicóptero en 1996.

En esa ocasión, logró escapar del penal junto a Mauricio Hernández Norambuena (alias “comandante Ramiro”), Ricardo Palma Salamanca (alias “El Negro”) y Patricio Ortiz Montenegro, todos miembros de la guerrilla nacida en 1983 para desestabilizar el régimen militar de Augusto Pinochet. A esta organización se le acusa de perpetrar, entre otros ataques, el atentado contra el propio Pinochet en septiembre de 1986 y el asesinato del senador UDI Jaime Guzmán, en abril de 1991.

Según las autoridades bolivianas, Muñoz Hoffman reconoció haber ingresado al vecino país de manera ilegal y no entregó mayores detalles sobre su presencia en La Paz. El exfrentista, contra el cual pesa una notificación roja de Interpol para su captura internacional, sería trasladado hasta el paso fronterizo de Paso Quemado, para ser entregado a la policía chilena, debido a su estatus de inmigrante ilegal.

Condena

El 30 de diciembre de 1996, Pablo Muñoz Hoffman, junto a otros tres miembros del FPMR, escapó en helicóptero desde la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), en una de las fugas más impactantes que registra la historia chilena.

Con su captura, se logra dar con el paradero del último de los exfrentistas que participó en lo que desde la guerrilla denominaron como “Operación Vuelo de Justicia”. Estos son Patricio Ortiz Montenegro, Mauricio Hernández Norambuena (alias “comandante Ramiro”) y Ricardo Palma Salamanca (alias el “Negro”). Los dos últimos fueron condenados por el crimen de Jaime Guzmán.

Muñoz Hoffman cumplía condena en Chile por el asesinato del coronel Luis Fontaine -ex jefe de los aparatos de inteligencia de la dictadura- y por el atentado en contra el general (r) Gustavo Leigh, quien integró la Junta Militar hasta 1978, registrado el 21 de marzo de 1990.

Fue detenido en enero de 1992 cuando un grupo de exmiembros de la guerrilla asaltó un camión de transporte de valores en Ñuñoa, tras lo cual miembros del FPMR retuvieron al abogado Erick Riveros y su familia en esa comuna de la capital. Cuando intentaban escapar fueron interceptados por la policía, momento en que Muñoz Hoffman resultó herido por impactos de balas.

El 28 de enero de 1993, el juez sumariante Juan Araya lo condenó a una pena de cuatro años por asociación ilícita terrorista. Ya en la cárcel se lo vinculó, además, a otros delitos, como el asesinato del propio Jaime Guzmán.

Pablo Muñoz Hoffman
Pablo Muñoz Hoffman.

La “fuga del siglo”

El 30 de diciembre de 1996 cuatro presos -condenados por delitos de asesinato y secuestro- se fugaron de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) a bordo de un helicóptero, bajo la mirada estupefacta de los guardias.

Fue el FPMR el que decidió sacarlos de la cárcel aquel fin de año, en una operación bautizada “Vuelo de Justicia” y que quedó para siempre en el imaginario colectivo chileno como “la fuga del siglo”.

El FPMR se había creado en Chile en 1983 como respuesta al régimen de facto que había impuesto Augusto Pinochet en septiembre de 1973. Después de múltiples ataques con explosivos y algunos secuestros de figuras prominentes de la derecha chilena, en 1991 -cuando ya había sido restablecida la democracia- decidieron secuestrar al senador Jaime Guzmán, considerado como uno de los “ideólogos” del régimen. Pero algo salió mal en el camino y el exministro y senador terminó muerto en el campus de la Universidad Católica.

En 1992, después de varios operativos, Hernández Norambuena y Palma Salamanca fueron capturados y enviados a la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago de Chile. Allí se encontraron con otros militantes del grupo, como Ortiz y Muñoz Hoffman, que cumplían condenas por distintos delitos.

Y en poco menos de cuatro años, junto a los miembros del FPMR, planearon una de las fugas más cinematográficos que Chile y América del Sur recuerden.

La tarde del 30 de diciembre de 1996, los cuatro frentistas comenzaron a rodear un balde amarillo que habían dejado en la mitad del patio del presidio donde estaban recluidos, en el centro de la ciudad.

Hacia las 15 horas, las aspas de un helicóptero Bell Long Ranger 206 B1 comenzaron a sentirse en las inmediaciones. El helicóptero había sido secuestrado horas antes y era pilotado, bajo amenaza, por el sargento de Carabineros Daniel Sagredo.

Tras abrirse paso por el cielo de la capital e instalarse sobre la cárcel a punta de disparos de metralleta, los tripulantes del helicóptero dejaron caer una cuerda atada a una canasta de tela. Allí intentaron meterse Hernández, Palma Salamanca, Ortiz y Muñoz, pero no había suficiente espacio y todo ocurrió tan rápido que dos de ellos salieron colgados de la canasta. La operación “Vuelo de Justicia” solo tomó 58 segundos en ser ejecutada con éxito.

La reacción de los guardias de la cárcel fue tardía y el helicóptero desapareció en la distancia. Horas más tarde, testigos reportaron que un modelo similar al que había protagonizado la fuga en la CAS estaba estacionado en la cancha de fútbol del parque Brasil. Ortiz le dijo a la revista The Clinic que apenas dejaron el helicóptero se montaron en un vehículo, a las pocas cuadras los cuatro se separaron y después lograron abandonar Chile. Durante meses no se supo nada de ellos.

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El helicóptero en el que se fugaron los frentistas. Foto: Archivo.

El destino de los otros fugados

En septiembre de 1997, Patricio Ortiz Montenegro fue capturado en Suiza, pero a los pocos meses se le concedió el asilo político y reside allí desde entonces.

En 2002, las autoridades de Brasil reportaron la captura de Mauricio Hernández Norambuena, quien estaba acusado de secuestrar al publicista Washington Olivetto. Fue condenado a 30 años de prisión. Eso, hasta que en 2019 se consiguió su extradición a Chile. El comandante Ramiro llegó al país el 20 de agosto de ese año, y el 2 de septiembre el juez Mario Carroza lo condenó a dos penas de 15 años de presidio, menos los 1.256 días que pasó detenido por la condena original en Chile, por lo que debe cumplir más de 26 años de cárcel.

En tanto, en febrero de 2018 se conoció la noticia de que el gobierno de Francia había capturado a Ricardo Palma Salamanca. Chile pidió su extradición, pero Francia decidió concederle el asilo político.

Comandate Ramiro
El frentista Mauricio Hernández Norambuena a un día de su llegada a la Cárcel de Alta Seguridad, tras ser extraditado desde Brasil en 2019.

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