Quintero y Puchuncaví: afectados aumentan a 301 y dos permanecen hospitalizados en la zona
Minsal dispone llegada de pediatras y médicos broncopulmonares para mitigar la crisis.
Una nueva alerta por un artefacto supuestamente explosivo abrió hoy la jornada en las comunas de Puchuncaví y Quintero. El Juzgado de Garantía de esta última ciudad debió ser evacuado durante la mañana, hasta que llegó el Gope de Carabineros, sin encontrar ningún elemento peligrosos ni volantes alusivos. Sin embargo, la tensión sigue siendo parte del ambiente.
El cuarto Comité Operativo de Emergencia (COE) no hizo modificaciones a la alerta amarilla, que se mantuvo sin variación. Los anuncios sobre la dotación de personal fiscalizador y profesionales de la salud fueron parte de las conclusiones del día.
"Hasta la fecha se han registrado 301 intoxicados, de los cuales hay dos personas hospitalizadas, pero todos estables. Permanece la alerta amarilla y hemos cuadruplicado (a 10) el número de fiscalizadores medioambientales, para determinar fuentes de contaminación en el territorio", señaló el intendente, Jorge Martínez.
El Ministerio de Salud ofició al subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, para liderar el operativo sanitario, orientado principalmente a fortalecer deficiencias en el Hospital de Quintero y poder atender de buena forma a los afectados,
La autoridad explicó que "voy a monitorear las medidas de salud en ambas comunas. En 24 horas hemos dispuesto de un puesto médico de avanzada para atención médica especializada, que contará con una sala de procedimiento adicional, como oxigenoterapia para enfermos potenciales; tendremos también pediatras y médicos broncopulmonares para los niños".
En tanto, en el salón municipal Francisco Coloane se realizó la asamblea que concluyó en una nueva manifestación ciudadana, cifrada en 1.500 personas. Los apoderados de los colegios, por ejemplo, dijeron no estar conformes con las medidas y no enviarán a sus hijos al colegio. Los establecimientos estuvieron a disposición para entregar alimentación, pero la asistencia fue nula.
"Los niños y apoderados tenemos que salir de nuestras casas y sobrellevar esta pesadilla, nadie asegura que no habrá más episodios de intoxicación", comentó Sofía Bernal, apoderada de Puchuncaví.
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