Entre el 21 de agosto de 2018 y fines de diciembre del mismo año, los recintos de salud de las ciudades de Quintero y Puchuncaví habían recibido casi 1.800 consultas de personas que presentaban síntomas de intoxicación, como vómitos, mareos y dolores de cabezas.
La emergencia ambiental que se produjo en la bahía del complejo industrial más grande de la Región de Valparaíso, derivada de la presencia de compuestos químicos en el aire, provocó el cierre de escuelas y la declaración de Alerta Sanitaria por parte de la autoridad de Salud.
"La contaminación de Quintero- Puchuncaví es la máxima prueba de los daños que pueden provocar la presencia de industrias altamente contaminantes, entre ellas, termoeléctricas y refinerías que funcionan con carbón", opina Matías Asun, director Nacional de Greenpeace.
"Y si bien tanto la fiscalía comenzó una investigación y se han tomado medidas como la colocación de instrumentos de medición de los contaminantes, todavía no se sabe bien lo que pasó y si se puede volver a repetir", agrega.
Sara Larraín, vocera de Chile Sustentable, añade que "por eso es tan grave que en este anuncio del cronograma de cierre de las termoeléctricas a carbón, deje funcionando hasta 2022 las de Puchuncaví".
Termoeléctricas de la bahía
En Puchuncaví se emplazan cuatro unidades que funcionan a carbón: Ventanas I y Ventanas II, Nueva Ventanas y Campiche.
Las dos primeras tienen 55 y 42 años de funcionamiento, respectivamente, y son precisamente las que se establecen para el cierre en la propuesta del gobierno: la primera para 2022 y la segunda para 2024.
"Esto significa que se perpetúa la zona de sacrificio en la bahía al menos por cinco años ", opina Larraín, subrayando que debería cerrarse a la brevedad.
Al respecto, la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, dijo que "se puso como tema prioritario, primero, y dadas las emergencias sanitarias, el plan de descontaminación que paralizó todas las emisiones en la zona de Concón, Quintero y Puchuncaví. Estas localidades tienen reducciones tremendamente importantes en las emisiones de todas las empresas".
"Adicionalmente a eso, se está cerrando una central próximamente en esa zona. Por lo tanto, tiene un tratamiento absolutamente prioritario y enfocado en la descontaminación de Quintero y Puchuncaví, en los 50 años que ellos han sufrido", afirmó la secretaria de Estado.
"Fallo histórico"
El 28 de mayo reciente la Corte Suprema emitió un fallo, en el cual respondió a favor de 12 recursos de protección presentados por distintas organizaciones medioambientales y locales. Todos ellos apuntaban a la grave afectación de los derechos de las personas a raíz de los episodios de contaminación en el complejo industrial de Quintero Puchuncaví. El recurso fue presentado en contra de una docena de industrias altamente contaminantes que ahí se emplazan.
"Ese fallo es histórico, porque reconoce la afectación a la salud de las personas y que aquí se violan repetidamente los derechos humanos. Además, ordena al Estado a tomar medidas", dice Asun.
Entre ellas, realizar estudios sobre la composición de los gases que se emiten en la bahía; regular las emisiones contaminantes y reducirlas acorde a la normativa vigente; realizar estudios de las enfermedades detectadas en la población de estas comunas; y elaborar con Onemi un plan de emergencia para situaciones análogas a las ocurridas durante la crisis.
En las organizaciones medioambientales existe confianza en el impacto positivo que estas disposiciones de la Corte Suprema puedan tener en la bahía.
"A medida que el gobierno se tome seriamente el mandato de la Suprema, y disponga recursos humanos, financieros y científicos para darle cumplimiento, podríamos ver una mejoría en las condiciones de contaminación a mediano plazo", opina Ezio Costa, de Fima. "El gobierno tiene las facultades, se necesita voluntad política", puntualiza.
Volver a nota central: Siete conflictos socioambientales que tensionan la "agenda verde" del gobierno en el año de la COP25