Este miércoles, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua condenó a Luis Felipe Soto Ureta a la pena de 10 años y un día tras ser hallado culpable del robo de un teléfono celular. En 2017, este hombre intimidó con un fierro a su víctima para robarle el mencionado aparato.
Junto con la pena de presidio efectivo, el Tribunal dispuso las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos, para profesiones titulares durante el tiempo de la condena y al pago de las costas de la causa.
También, la resolución señaló que una vez ejecutoriado el fallo se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.