Quizás la fecha se ve lejana, pero muchos la esperan expectantes y celebran. El próximo 4 de agosto la Isla de Pascua reabrirá al turismo, después de dos años y tres meses sin recibir a viajeros.
“Rapa Nui ha pasado 27 meses en Tapu, un saber ancestral que nos llevó a reinventarnos y asumir un nuevo paradigma: trabajar unidos por el bien de todos”, comenta el alcalde Pedro Edmunds. Esta filosofía, agrega, “nos permite mirar la apertura de manera responsable, aplicando todos los protocolos sanitarios ya instaurados”.
La reapertura fue prevista inicialmente para febrero de este año, pero la decisión tuvo que ser postergada producto de un alza en los contagios por Covid-19 en Chile continental. Hasta marzo pasado, el hospital Hanga Roa no contaba con la capacidad para resistir un brote de coronavirus. “Y sigue en las mismas condiciones”, señala Edmunds.
A principios de año, el alcalde le hizo llegar al gobierno una minuta, “alertando de todas las condiciones que debía tener el hospital y que aún no se llevan a cabo”, acusa. Por su parte, el municipio formó una cuadrilla sanitaria que socializó un decálogo de autocuidado con alojamientos, locales comerciales y restaurantes, “para capacitar no solo en la óptima recepción de los turistas, sino también en cómo actuar ante casos sospechosos o afectados por coronavirus”, agrega el jefe comunal.
Ahora, con una nueva fecha para el regreso del turismo, el gobierno procura avanzar con la campaña de vacunación -hoy el 70,9% tiene su esquema completo y se espera alcanzar el 80% antes de agosto- y proyecta mejoras para el recinto hospitalario.
Inversión y mejoría
En esta línea, el Gobierno Regional (Gore) de Valparaíso destinó $ 1.375 millones a la isla, “triplicando el aporte que hace el Gore al pueblo rapanui, a propósito de las circunstancias que ha tenido que enfrentar la isla” dijo el gobernador Rodrigo Mundaca.
Estos recursos permitirán extender el programa de empleo temporal (que da trabajo a 800 personas) hasta septiembre, y “construir boxes especiales para la atención de Covid”, dice Juliette Hotus, delegada presidencial provincial de Rapa Nui, además de arreglar el quirófano y el área de tanatología. Hotus agrega que “se elevó la solicitud a través de la Subsecretaría de Salud Pública, para la implementación de camas UCI”. El recinto hoy dispone de 18 camas -diferenciadas y básicas- y cuatro de ellas tienen ventilador mecánico.
El problema, comenta el director del hospital, Juan Pakomio, es la capacidad de oxígeno que tiene el edificio: “Un ventilador necesita oxígeno y nuestra planta en la actualidad sólo produce 200 litros por minuto. En teoría, permite conectar dos ventiladores”.
Al respecto, la dirección del Servicio de Salud Metropolitano Oriente -gestores de la red a la cual pertenece este centro de salud- informó que “estamos trabajando con la División de Gestión de Redes Asistenciales el posible aumento de la complejidad de las camas agudas del establecimiento, mediante la compra de equipamiento y la provisión de los equipos profesionales para el manejo de casos más graves, aunque manteniendo la opción de traslados al continente en avión-ambulancia”.
Lo anterior, explican, implicaría equipar algunas camas que tiene el hospital, además de contratar personal para que pueda atender en una situación aguda o más crítica, por ejemplo, que pudiesen enfrentar enfermos de Covid-19. Pero el proyecto aún no está definido.
Sobre la demanda de oxígeno, el Servicio de Salud añadió que “se está trabajando en una alianza estratégica para optimizar el suministro de oxígeno de uso clínico para la isla, mediante la puesta en marcha de una nueva planta (de oxígeno)”.
Respecto del laboratorio, con capacidad de análisis de 300 muestras PCR, pero también de dengue, zika y chikungunya, el servicio señaló que se está mejorando su capacidad para llegar a 500. Según la delegada presidencial provincial también se están cotizando dos residencias sanitarias para habilitar una de ellas en la isla, que financiará el Ministerio de Salud (Minsal).
Viajes y viajeros
En un inicio, el territorio insular contará con dos vuelos comerciales -de 300 personas cada uno, entre residentes y turistas- y uno de carga a la semana. Un tercio menos que lo acostumbrado antes de la pandemia.
Hotus sostiene que la resolución que regula el ingreso a la isla ya está actualizada. El protocolo permitirá eximir de cuarentena a los viajeros, siempre que exhiban un PCR negativo antes del vuelo y se tomen dos test de antígenos: uno en el cordón sanitario de Santiago y otro cuando se llega a la isla, que indique que no están enfermos de coronavirus.
“Dijeron que enviarían un laboratorio para la toma de PCR, pero aún no hay nada; que dotarían de un equipo médico especializado, nada de eso hay”, dice el alcalde Edmunds.
Así, el gobierno también está reparando el aeropuerto de Rapa Nui. El Ministerio de Obras Públicas ejecuta, desde el 5 de julio de 2021, la obra “Conservación mayor área de movimiento aeropuerto Mataveri”, avaluada en $ 23.903.399.213.
El proyecto considera repavimentar con asfalto la pista, rodajes y plataformas del terminal aéreo con la técnica “riego de liga”, que supone una doble capa para mejorar la adherencia, y una base chancada, que incluye una capa de árido bajo la carpeta de asfalto para optimizar la resistencia del suelo natural que soporta el terminal. Se estima que la iniciativa concluya el 26 de octubre de 2023.
Respecto de la capacidad de carga demográfica de Isla de Pascua, desde el Consejo de Gestión recordaron que hoy el territorio se encuentra en estado de latencia, es decir, “un estado intermedio, que nos alerta que de no hacer nada, pasaremos a saturación, comprometiendo gravemente el medioambiente de la isla”, señala Luz Zasso Paoa, presidenta de la entidad.
En cuanto a la apertura, uno de los indicadores que regula esta capacidad y “cuyo valor va a aumentar será el de turismo, el cual se mide en virtud de los alojamientos formalizados en Sernatur y las camas disponibles”, dice Zasso.
En ese sentido, para no superar la latencia, se ha dispuesto un máximo de 2.178 camas por ocuparse al mes, “cifra que en un principio, al tener dos vuelos semanales y los turistas quedarse en promedio no más de cinco días, probablemente este indicador se mantendrá en óptimo como está hoy en día”, agrega la presidenta del consejo.
El decreto que rige la capacidad de carga data de junio de 2018. El nuevo estudio, señala Zasso, “deberá estar decretado, publicado y funcionando para junio de 2023″.