En la Fiscalía Sur existe información sobre el grupo autodenominado "ecoterrorista", reunidos en la supuesta organización "Individualistas Tendiendo a lo Salvaje" (ITS). Qué edad tendrían, cómo operan y qué buscan, pero aún falta lo más importante: probar judicialmente que participaron de los dos últimos atentados explosivos más graves en la Región Metropolitana: el ataque al expresidente de Codelco, Óscar Landerretche, en 2017, y el atentado a un paradero del Transantiago el viernes 4 de enero en Vicuña Mackenna, y que dejó cinco personas heridas.
Para el fiscal regional Sur, Raúl Guzmán, quien lidera el equipo que indaga estos hechos, es necesario aprender las lecciones que dejó el llamado caso Bombas I, en el cual todos los imputados fueron absueltos. Por esto, indica, no hay que apurar las diligencias, sino que se debe contar con pruebas de calidad que puedan lograr condenas. Además, pide que la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) tome un rol más operativo para enfrentar el fenómeno.
¿Qué características presenta el explosivo en Vicuña Mackenna, es similar al usado en el ataque a Óscar Landerretche?
Es un artefacto explosivo que, en una primer apreciación, parecería estar conformado por pólvora negra, por una fabricación artesanal, que producto también de la inestabilidad de este elemento daba cuenta de un alto poder explosivo.
¿Qué elementos hacen que esto sea un acto terrorista?
El hecho de que se use un artefacto explosivo, que se coloque en un lugar de concurrencia pública donde transitan personas, como un paradero de micro, en horas del mediodía, y que además provocó la lesión de las personas que estaban en el lugar. A esto se deben sumar la conmoción en la ciudadanía, la que posteriormente se tradujo en una serie de denuncias de artefactos sospechosos.
¿Qué se sabe de este grupo "ecoterrorista"?
La forma de cometer estos delitos de carácter terrorista ha variado en el tiempo. Antes estaban más bien adscritos a fines políticos, hoy el terrorismo se encuentra ya inmerso en acciones que no necesariamente tienen estas finalidades. Acá hay grupos de carácter anarquista, hay grupos de carácter antisistémico, hay grupos que pueden ser radicales ecologistas, que mediante acciones violentas generan este temor en la sociedad y que sin duda perturban la seguridad pública y la paz social.
¿Es más difícil investigar estos hechos en la actualidad?
Sin duda, porque son grupos aislados, que están compuestos por grupos de dos o tres personas, no más, no tienen contacto entre ellos y particularmente, respecto al grupo que se adjudicó este ataque, ahí hay que realizar las labores de investigación necesarias par ver la efectividad de esa adjudicación y la veracidad de la misma. Lo que se puede señalar es que ese grupo se ha adjudicado actos terroristas tanto acá en Chile, en Argentina y en México. Entonces, hay que hacer un análisis de comparación y compartir información con los otros países.
Este grupo también se adjudicó el atentado a Landerretche. ¿Por qué en esa causa aún no se da con los responsables?
En el caso de Landerretche, cuando se produce el atentado es la primera vez que aparece esta adjudicación por parte de ITS. Fue una acción bastante planificada y se trató de un artefacto explosivo bien sofisticado, que no habíamos visto con anterioridad. Pero, además, acá son acciones terroristas que no obedecen a ideologías políticas, sino que a otras motivaciones, de grupos muy pequeños que normalmente actúan con el mayor sigilo dentro de la clandestinidad, tratando de dejar la menor cantidad de evidencia, no teniendo comunicaciones entre ellos, lo que hace que el trabajo sea más complejo y que se requiera levantar mucha información, analizarlos, tener diligencias y, en ese sentido, este es un trabajo lento que requiere dedicación.
¿Qué información ha surgido en ese caso?
Durante este tiempo hemos tenido notables avances en cuanto a información y esperamos nos permita dar con el autor del delito. No ha transcurrido tiempo en que no hayamos realizado diligencias para esclarecer este hecho.
¿Existe alguna imagen donde se identifique el momento de la colocación en el paradero?
No hemos recibido ninguna imagen de alguna persona poniendo el artefacto explosivo, así que esperamos que una vez que se analice todo tengamos un elemento que nos esclarecer la identidad del responsable.
Usted siempre trabajó estos casos con Carabineros y un equipo especial de Inteligencia. Esta semana usted pidió que esta unidad dependiera de un general. ¿Cuál es el motivo?
Este equipo se afiata en 2014, lo que nos permite investigar hechos que terminaron en condena por delitos terroristas. Con este contingente, además, establecimos procesos claramente definidos en cuanto a las comunicaciones, en cómo trabajar el sitio del suceso, como contener a las víctimas, levantamiento de evidencia. Es un grupo especializado.
¿Y eso ya no es así?
Este equipo fue trasladado a OS-9 con un funcionamiento diverso. Se disminuyó su dotación, lo que disminuyó la capacidad de realización de diligencias y de investigación, y eso hizo que solicitara que se confirmara como era antes.
¿Qué pasa con la ANI y las inteligencias de las policías?
Hay un análisis bastante profundo de lo que circula en los distintos medios, y también quizás es necesario que la ANI tenga una labor más operativa en el levantamiento de información.
A cinco meses de terminar su gestión en la Fiscalía Sur, ¿confía en que dejará el cargo con detenidos en este caso?
Estamos trabajando profundamente, los equipos se están reintegrando, esperamos resultados lo antes posible. Pero esta es una investigación compleja y, en ese sentido, hay que atender a esa complejidad, y sobre todo para nosotros es de vital importancia contar con antecedentes probatorios de un buen nivel y de un buen estándar, que nos permita llevar a los responsables a tribunales y obtener las respectivas condenas. Así que más allá del tiempo que quede, lo importante es hacerlo con responsabilidad.
¿Ha afectado en estas investigaciones el desprestigio que se generó con el llamado caso Bombas I?
La verdad es que la primera investigación respecto de artefacto explosivo que se llevó en 2006 en adelante, que culminó en 2010, nos entregó bastantes enseñanzas. Claro que se cometieron errores, pero también se trató de caricaturizarlas en una investigación y un juicio. No hay que perder de vista que dos personas que fueron absueltas, después fueron condenadas en España por comisión del mismo tipo de delito.