Llegó hace 24 años a la Universidad SEK como profesora a honorarios y de ahí comenzó una carrera que hoy la tiene como rectora del plantel. Asumió en noviembre de 2017 y asegura que con el tiempo serán más las mujeres en este tipo de cargos.
- ¿Qué le parece que actualmente sean sólo cuatro rectoras chilenas?
A nadie puede parecerle bien que sean sólo cuatro las rectoras, y estoy convencida de que es un tema que va a ir cambiando próximamente, en el corto plazo, porque si bien los cambios culturales son lentos, hoy en día vivimos en una sociedad donde estos cambios ya se producen de manera mucho más rápida, vertiginosa, y en el tema de equidad de género tiene que suceder lo mismo.
¿A qué atribuye usted que sean tan pocas las mujeres con estos cargos académicos?
Bueno, porque las mujeres dentro de la sociedad cumplimos diferentes roles y esos roles hacen que quizás nuestras trayectorias académicas no sean igual de sistemáticas y permanentes en el tiempo que las de los hombres. También es un tema cultural de una sociedad completamente patriarcal, pero claramente en las últimas décadas esto ha ido cambiando.
- ¿Ha sentido usted alguna discriminación?
Nunca, pero quizás nuestra universidad es un lugar donde la equidad de género es un tema que está ampliamente superado, porque yo diría que fuimos pioneros en tener una rectora mujer, en los años 90, en 96, entonces es un tema que para nosotros es algo natural. Incluso, en el reportaje de La Tercera figuramos como la segunda universidad con más mujeres académicas dentro del resto de los planteles.
¿Cree que debiera haber una cuota de género en la educación superior?
Nunca he sido partidaria de las cuotas, pero lamentablemente cuando no se da esa igualdad de oportunidades, muchas veces se hacen necesarias, de la misma manera que ha sucedido con la ley de inclusión para el acceso al mundo laboral de los discapacitados. Claramente frente a situaciones de desigualdad, muchas veces se hace necesario.
¿Cómo ve el movimiento feminista en las universidades?
Había que de alguna forma alzar la voz, porque cuando uno escucha los testimonios dentro de universidades tan tradicionales la verdad es que no se explica muy bien cómo no se había producido antes. El tener que aceptar comentarios machistas y con respecto a sus capacidades creo es un tema inaceptable y de alguna manera era el momento de sacar la voz.
¿Y comparte la forma en cómo se ha manifestado el movimiento, como por ejemplo, con las últimas tomas en las universidades?
Como académica de una universidad y como rectora uno nunca está de acuerdo con las tomas. Nosotros siempre trabajamos con los estudiantes para que se produzca un diálogo y realmente cuando se producen estas tomas es porque el diálogo no ha sido exitoso.