En 1980, la red del Metro de Santiago alcanzó uno de sus primeros hitos: la Línea 1 se extendió entre Salvador y Escuela Militar. Algunas de las nuevas estaciones se construyeron con una arquitectura interior singular, con muros decorados con cerámicas de colores, conocidas como "muriglass", material que ya no se fabrica en el país.

Una de ellas, Pedro de Valdivia, aún luce esas pequeñas "calugas" azules, naranjas y celestes que buscaron dar brillo y elegancia a sus paredes. No obstante, el paso del tiempo y la instalación de publicidad afectaron la cobertura de los muros.

Este año, Metro inició su restauración con un equipo de trabajo especial. La estatal, de hecho, había sido criticada en los últimos años por un grupo de arquitectos que formó un movimiento destinado a promover el rescate de estos mosaicos "ochenteros".

Javier Pinto, director de Metro Arte, explica que el equipo de restauración se guió por los planos originales de la estación, diseñados por los arquitectos de Alemparte Barreda, para mantener la disposición original de las cerámicas.

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La recuperación busca poner en valor los muros.[/caption]

En un laborioso proceso, las piezas fueron retiradas a mano y se les sometió a un procedimiento de limpieza. Más tarde fueron pegadas en una malla de fibra de vidrio para disponerlas nuevamente sobre las paredes. A continuación se colocó el fragüe o relleno de los espacios entre los mosaicos.

"Es primera vez que se rescata este material. Cada pieza es un patrimonio que tenemos que cuidar", recalca el directivo.

Al mismo tiempo, Metro decidió que la estación tenga 12 soportes para avisaje en lugar de los 18 anteriores.

Sebastián Gray, arquitecto de la U. Católica, fue uno de los profesionales que plantearon que Metro tenía la obligación de proteger la antigua cobertura de los muros. "Me parece bien el cambio de actitud ante el tema y que se comiencen a conservar estos lugares", destaca, y añade que la estación "forma parte de la memoria del país".

Gray considera que los planes de conservación de este tipo deberían extenderse a otras estaciones de las líneas 1 y 2 que se han visto afectadas, entre otros factores, por la publicidad, la contaminación y el constante tránsito de personas y trenes.

Dino Bozzi, arquitecto y académico de la UC, agrega que aunque Metro no tenga una declaración patrimonial oficial "se debe proteger su infraestructura, porque es un símbolo y un orgullo de la ciudad". También apunta que la presencia de este tipo de piezas en los muros revela "una alta calidad constructiva que hoy no se ve en los nuevos proyectos".