Este viernes se realizó la reformalización de los dos últimos detenidos en el robo a la empresa Brinks por el delito de tenencia ilegal de armas, manteniéndose ambos en prisión preventiva.
Los sujetos identificados como Mauricio Espinoza Olivares (47) y Sebastián Alexis Espinoza Ríos (21), padre e hijo, participaron en el hecho ocurrido el pasado 16 de agosto. Según datos que manejan las policías y el Ministerio Público, ambos prestaron cobertura para que el resto de la banda concretara el millonario robo de $11.465.818.468, monto confirmado por Brinks y presentado por la Fiscalía.
La reformalización fue en el Juzgado de Garantía de Rancagua, y fue porque durante la investigación, según señaló la Fiscalía de la Región de O’Higgins, encontraron un arma y “miguelitos” enterrados en su vivienda, ubicada en el sector de San Ramón en Rancagua. Esto se sumaría a los delitos de robo con intimidación y asociación criminal que los tenía en prisión preventiva.
El fiscal Carlos Fuentes, jefe de Análisis Criminal de O’Higgins, señaló que detalló que “lo que hicieron fue tomar un arma, municiones, 158 ‘miguelitos’, hacer un hoyo en el patio de una casa y esconderlos”.
“El equipo policial no ha parado desde el día 16 de agosto, han hecho búsquedas en esa zona, han hecho los recorridos, han ido hacia el norte, hacia el sur, han habido múltiples allanamientos que obviamente los hemos mantenido en reserva, precisamente buscando los elementos y también obviamente buscando el dinero”, explicó.
El fiscal regional Aquiles Cubillos relató en la primera formalización que los acusados se “concertaron para efectuar un robo de más de 12 mil millones de pesos”, mientras que el tribunal, al término de esa audiencia, determinó un periodo de investigación de ocho meses.
Junto con ello, el fiscal Carlos Fuentes adelantó que van a solicitar reformalizar a seis de los 20 imputados tras el hallazgo de cuatro teléfonos celulares, droga y cerca de un millón de pesos de dinero en efectivo mientras cumplen la medida cautelar de prisión preventiva.