Desde hace años, la ampliación de la cobertura de calidad en la educación parvularia ha sido una de las preocupaciones de las autoridades educacionales. Diversos estudios señalan que el ingreso temprano a esta modalidad impacta positivamente en el desarrollo de los niños, por lo que las políticas han buscado ampliar los cupos.
Pero el alcance todavía es bajo. Según un análisis de la Subsecretaría de Educación Parvularia, de los 477 mil niños de 2 y 3 años que hay en el país, 231 mil (48%) asisten a jardines infantiles. Los 246 mil restantes están inscritos en jardines privados sin autorización de funcionamiento o reconocimiento oficial, o simplemente no van al jardín.
Y la mayor dificultad la enfrenta la Región Metropolitana: 38 de las 52 comunas (73%) tienen a menos de la mitad de sus niños en la educación parvularia certificada, con casos extremos como el de Vitacura, donde la cobertura llega al 3%, la más baja del país.
Esto se debe a que en esa comuna no existe ningún jardín público. Y en la subsecretaría señalan que el programa Chile Crece Contigo se enfoca en los sectores más pobres de la población, lo que explica que las comunas más ricas exhiban una peor cobertura pública, pues esas familias acceden preferentemente a recintos privados.
Eso es lo que ocurre en Ñuñoa, que tiene un 22% de cobertura (ver infografía). Ximena Vivanco, directora de Educación del municipio, explica que esa baja cifra se debe a que las madres matriculan a sus hijos en otras comunas, donde ellas trabajan; a que Ñuñoa tiene una gran cantidad de jardines privados; y a que algunas familias retardan el ingreso a la educación inicial.
"Tenemos una demanda que supera nuestras posibilidades de cobertura. Estamos ampliando la cobertura en los jardines, principalmente en sectores que requieren un apoyo más importante", dice Vivanco, quien plantea que "se debiera tender a una apertura de cupos públicos y a mejorar los estándares privados".
Una situación similar ocurre en Providencia, donde hay un 13% de cobertura. "Nos encantaría tener muchos jardines infantiles municipales para los hijos de nuestros vecinos, pero debido a la millonaria deuda que dejó la administración pasada, no podemos ilusionarnos", dice Axel Müller, secretario general de la Corporación de Desarrollo Social de la comuna.
En Independencia también hay baja cobertura (20%), pero por otras razones. Claudia Carrillo, directora de Educación del municipio, explica que el aumento de la población joven, de la población migrante y la falta de espacios para construir han hecho que la falta de cupos sea dramática.
"Tenemos listas de espera superiores a la matrícula que hoy tenemos disponible. Por ejemplo, tenemos cuatro salas cuna y jardines infantiles, con cupos para 400 matrículas, pero la lista de espera supera los 600 niños", asegura. Y este problema también existe en la educación escolar.
"Hemos hecho esfuerzos para aumentar los cupos parvularios para los vecinos, pero cuando los niños pasan a 1° básico, de nuevo no tenemos los cupos", dice.
A nivel regional, una de las comunas donde se alertaba un déficit es Machalí, que tiene el 36% de cobertura. El alcalde, José Urrutia, explica que en el último tiempo han construido nuevos jardines infantiles, por lo que hay más oferta de cupos, pero que "como somos una de las comunas que más está creciendo, hay que acercar esos recintos a las villas nuevas".
En la subsecretaría recuerdan que todavía enfrentan el problema cultural de los padres que no llevan a sus hijos al jardín: según la Encuesta Casen 2017, entre las familias que no acuden a la educación parvularia, el 74% dice que prefiere cuidar a sus niños en su casa y el 13% cree que no es necesario que vayan al jardín a tan temprana edad.
El proyecto que crea una subvención
Desde hace algunos meses, se discute en el Congreso un proyecto de ley que crea una subvención parvularia para los jardines vía transferencia de fondos, que son aquellos administrados por municipios y fundaciones.
Hoy estos recintos reciben $ 130 mil mensuales por niño, pero con la creación de esta subvención el monto llegará a los $ 217 mil. Además, se contempla la creación de una Subvención de Ruralidad, una Subvención de Vulnerabilidad, y una Subvención de Apoyo a las Necesidades Educativas Especiales.
El objetivo del proyecto es que se reduzca la brecha que existe entre este tipo de recintos y los jardines infantiles Junji o de Integra, que reciben un aporte mayor.
El proyecto está en la Comisión de Hacienda de la Cámara, pero ha enfrentado críticas de parlamentarios que acusaron que la subvención parvularia tendría los mismos problemas que la subvención escolar, donde el colegio recibe los fondos según el nivel de asistencia de los alumnos.
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