A fines de 2022 se firmó un convenio entre las municipalidades de Providencia, Santiago, Estación Central y Lo Prado, además del Gobierno Regional de Santiago, con diversos ministerios, entre ellos, Obras Públicas (MOP), Vivienda y Transportes, para que esas instituciones se hicieran cargo de distintas etapas del proyecto Nueva Alameda, donde el principal eje estará en el denominado nudo Baquedano.
Esa parte de la iniciativa, que estará en manos del MOP, tendrá como principal novedad la eliminación de la rotonda de la plaza, conectar peatonalmente el Parque Forestal con Balmaceda y Bustamante, y así generar una gran plaza pública.
Las obras del denominado proyecto “Habilitación Espacio Público Nudo Baquedano” se comenzarán a ejecutar aproximadamente en junio y contará con cuatro fases, comenzando con la configuración de las geometrías de las vías, hasta la reconstrucción de la rotonda y el parque Balmaceda.
La ministra de Obras Públicas, Jessica López, cataloga las obras como una de las “más importantes de las últimas décadas para la ciudad de Santiago”.
La licitación del proyecto se publicó a principios de febrero de este año, con un proceso de recepción de ofertas económicas y técnicas que durará todo abril, dando una fecha estimada para su adjudicación durante el mes de mayo.
Una vez que comiencen las obras, las autoridades calculan un total de 300 días seguidos para su ejecución total. Sobre los costos para el proyecto completo, los documentos disponibles señalan que se invertirá un total de $13.438.312.611, los que serán financiados con fondos sectoriales del Ministerio de Obras Públicas, según se detalla en los antecedentes de la licitación.
Cuatro fases
Las obras que están bajo la ejecución del MOP corresponden a los nudos de Baquedano y Pajaritos, mientras que el Gobierno Regional de Santiago, junto al Ministerio de Vivienda, se harán cargo de la realización de las ciclovías y la recuperación de fachadas a lo largo de todo el eje.
Sobre el nudo de Baquedano, la directora nacional de Arquitectura del MOP, Loreto Wahr, explica que los principales valores del proyecto se centrarán en “mejoras al espacio público y priorizaciones en el transporte público. La idea es transformar un nodo verde que intersecte con los tres parques, quedando un eje verde continuo”.
En los antecedentes de la licitación, donde se advierte primeramente al contratista que “dado el emplazamiento del proyecto, las obras preliminares deben considerar los riesgos conocidos de la zona, relacionados con imprevistos producto de manifestaciones masivas, no siempre programadas”, se detalla también que el proyecto contará con cuatro fases, cada una con un objetivo y duración distintos.
La arquitecta del MOP lo resume con que “primeramente se trabajaría en las vías de las calles, luego pasaría a una modificación con enfoque en lo peatonal, y finalmente trabajaría en la conformación del parque”.
En esa misma línea, la profesional explica que la primera fase del proyecto está pensada para la construcción de obras en las calles Merced, Irene Morales y el tramo norte de Vicuña Mackenna, que está pensada para que tenga una duración de 35 días.
En específico, dice, sería “hacer encajar la geometría vial de Merced y Vicuña Mackenna, para darles continuidad a los buses hacia Merced”. De esta manera, lo que se busca en esta primera fase es que las viabilidades se junten para que se pueda continuar con el perfil que tiene la Alameda y Providencia.
Por su parte, la segunda fase -la más larga, que dura 120 días- continuará con la construcción del nuevo trazado de las calzadas en avenida Providencia, en ambas direcciones. Esta fase se subdivide en tres etapas, con el objetivo de permitir mantener la condición de doble calzada al momento de la construcción, evitando redireccionar el flujo del tránsito. Según cuenta Wahr, esta fase tiene como objetivo cambiar la avenida Providencia para que se pueda materializar el ancho del parque, y así darle continuidad con las demás áreas verdes.
La tercera fase concentrará principalmente las construcciones en el tramo sur de Vicuña Mackenna, en una duración aproximada de 60 días, añadiendo una cuarta pista en la calzada oriente de esa misma calle, y la rehabilitación de la actual calzada oriente, beneficiando así a la conexión peatonal en el sector.
Por último, está la cuarta fase, la que se enfocará en los mayores cambios que tendrá el nudo: la reconstrucción de la rotonda, la plaza Baquedano y el Parque Balmaceda, en un plazo aproximado de 85 días, que tendrá como principal objetivo la unión de la actual rotonda al mentado parque, generando la gran plaza cívica que se anunció hace algunos meses.
En cuanto a material y especies nuevas (además de las existentes que se pueden seguir utilizando), se proyectan 30 postes de iluminación de 10 y 12 metros; más de cien tipos de árboles, entre vilcas, bellotos del norte, algarrobos, jacarandás, plátanos orientales; 78 asientos; 10 basureros; más de 1.200 arbustos; placas informativas del transporte público y cámaras de televigilancia.
Semaforización
“El proyecto de semaforización considera la habilitación de nuevos semáforos y/o modificación de los actuales”, se lee en las bases; donde, además, se señala que “la existencia de usuarios que circulan en distintas direcciones en las intersecciones o cruces peatonales genera conflictos entre ellos que deben ser regulados para mantener niveles aceptables de servicio y seguridad de tránsito”.
Los principales beneficios de los resultados finales de este proyecto, según la arquitecta del MOP, tienen que ver con la recuperación del espacio público, desde la perspectiva de los peatones, hasta un tema ambiental. Además, dice, “hay elementos simbólicos, como que pasa a ser una plaza cívica, con árboles que terminarán por enverdecer y darles continuidad a los parques y una priorización al transporte público”. En eso coincide la ministra López, que asegura que el proyecto “le cambiará la cara a la principal arteria de la ciudad y va a conectar de forma eficiente los diversos espacios públicos”.
Futuro incierto de la estatua de Baquedano
Otro tema, no menor, es el futuro de la estatua del general Manuel Baquedano, luego de que fuera retirada en 2021 desde la plaza, por los constantes ataques tras el estallido social.
El monumento, actualmente, se encuentra resguardado por el Ejército, y tras su retiro la interrogante sobre si se instalará nuevamente en el lugar aún se encuentra sin respuesta.
Desde el MOP indican que al elaborar el proyecto del Nudo Baquedano el objetivo era generar la menor cantidad de intervenciones posibles, razón por la que en el render de cómo quedarán las obras listas sí figura la base del plinto de la estatua. “Quizás con más posterioridad podamos ver si vuelve o no el general Baquedano (...) también puede ser una oportunidad para distintas cosas, desde que pongamos una escultura nueva, hasta que vuelva”.
Es por esto que, desde el gobierno, resolvieron dejar ese aspecto fuera del contrato de licitación, decisión que queda entonces en manos del Consejo de Monumentos Nacionales, quienes señalaron que, a la fecha, “no se ha ingresado ninguna solicitud para el retiro del plinto que forma parte del Monumento Público al General Manuel Baquedano, ni tampoco un proyecto que contemple el traslado del conjunto histórico”.
